Declaración de las mujeres por la Soberanía Alimentaria
Sigue la Declaración de las mujeres por la Soberanía Alimentaria aprobada durante el Foro.
Nosotras, mujeres
provenientes de más de 86 países, de múltiples pueblos autóctonos, de África,
de América, de Europa, de Asia, de Oceanía y de distintos sectores y
movimientos sociales, nos hemos reunido en Selingué (Malí) en el marco de
Nyeleni 2007 para participar en la construcción de un nuevo derecho: el derecho
a la soberanía alimentaria. Reafirmamos nuestra voluntad de intervenir para
cambiar el mundo capitalista y patriarcal que prioriza los intereses del
mercado antes que el derecho de las personas.
Las mujeres, creadoras
históricas de conocimientos en agricultura y en alimentación, que continúan
produciendo hasta el 80% de los alimentos en los países más pobres y que
actualmente son las principales guardianas de la biodiversidad y de las
semillas de cultivo, son las más afectadas por las políticas neoliberales y
sexistas.
Sufrimos las consecuencias
dramáticas de tales políticas: pobreza, acceso insuficiente a los recursos,
patentes sobre organismos vivos, éxodo rural y migración forzada, guerras y
todas las formas de violencia física y sexual. Los monocultivos, entre ellos,
los empleados para los agro-combustibles, así como la utilización masiva de
productos químicos y de organismos genéticamente modificados tienen efectos
negativos sobre el ambiente y sobre la salud humana, en especial, sobre la
salud de la reproducción.
El modelo industrial y las
transnacionales amenazan la existencia de la agricultura campesina, de la pesca
artesanal, de la economía pastoril, y también de la elaboración artesanal y del
comercio de alimentos en pequeña escala en zonas urbanas y rurales, sectores
donde las mujeres juegan un rol importante.
Deseamos que la
alimentación y la agricultura se excluyan de la OMC y de los acuerdos de libre
comercio. Es más, rechazamos las instituciones capitalistas y patriarcales que
conciben los alimentos, el agua, la tierra, el saber de los pueblos y el cuerpo
de las mujeres como simples mercancías.
Al identificar nuestra lucha
con la lucha por la igualdad entre los sexos, ya no queremos soportar la
opresión de las sociedades tradicionales, ni de las sociedades modernas, ni del
mercado. Nos aferramos a esta oportunidad de dejar detrás de nosotras todos los
prejuicios sexistas y avanzar hacia una nueva visión del mundo, construida
sobre los principios de respeto, de igualdad, de justicia, de solidaridad, de
paz y de libertad.
Estamos movilizadas.
Luchamos por el acceso a la tierra, a los territorios, al agua y a las
semillas. Luchamos por el acceso al financiamiento y al equipamiento agrícola.
Luchamos por buenas condiciones de trabajo. Luchamos por el acceso a la
formación y a la información. Luchamos por nuestra autonomía y por el derecho a
decidir por nosotras mismas, y también a participar plenamente en las
instancias de toma de decisiones.
Bajo la mirada vigilante de
Nyeleni, mujer de África que ha desafiado las reglas discriminatorias, que ha
sobresalido por su creatividad y sus rendimientos en materia agrícola,
encontraremos la energía para llevar adelante el derecho a la soberanía
alimentaria, portador de la esperanza de construir otro mundo, obteniendo esta
energía de nuestra solidaridad. Llevaremos este mensaje a las mujeres de todo
el mundo.
Nyeleni, 27 de febrero de 2007
Traducción Francés-Español:
Susana Cohen, Argentina