Tres mil mujeres recibieron la Carta mundial

La Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, explica el mundo que las mujeres le proponen a la humanidad. Llegó el 1 de abril, permaneció siete días en Colombia y el 7 de abril fue entregada a las mujeres de Haití. La Carta recorre 53 países promoviendo la lucha contra la violencia y la pobreza que afectan a las mujeres.

El viernes 1 de abril, más de tres mil mujeres colombianas y ecuatorianas se encontraron en el Puente Internacional de Rumichaca (frontera con Ecuador) para asistir a la entrega de la Carta Mundial de las Mujeres a la Humanidad. Este documento fue entregado por las mujeres de Ecuador a las de Colombia, permaneció en nuestro país hasta el 7 de abril, cuando fue entregada a las haitianas. Trata cinco valores y 32 afirmaciones que explican el mundo que las mujeres le proponen a la humanidad y, de esta manera, recorre 53 países, acompañada de una manta que es elaborada, retazo por retazo, por mujeres de los lugares visitados.

Manta colombiania (Cali) 

La Carta es promovida por la Marcha Mundial de las Mujeres, que es un organismo internacional que vincula a miles de organizaciones que trabajan por los derechos humanos de las mujeres, en 169 países. La carta y la manta viajan por los cinco continentes por medio de una marcha que se releva en puntos fronterizos de los países anfitriones.

Inició el recorrido el pasado 8 de marzo, en Sao Paulo, Brasil, visitó los países suramericanos y  después de estar tres días en el Ecuador (29 al 31de marzo), la Carta llegó a Colombia, el primero de abril. La entrega y el recibimiento se llevaron a cabo en tres partes:

En una primera parte, en territorio ecuatoriano fronterizo las mujeres de ese país hicieron una reflexión política sobre el significado de la Carta de las Mujeres para la Humanidad. Una de las representantes ecuatorianas señaló: “En Ecuador compartimos el anhelo y las luchas para construir un mundo distinto. Uno de los pilares para levantar esta realidad diferente en el país son los aportes de las mujeres para sostener la vida: hemos cuidado a generaciones de gente; hemos aportado con conocimientos clave en biodiversidad y agricultura y los hemos preservado; hemos sostenido comunidades y redes sociales, que permiten mejorar las condiciones de vida en el medio rural y en el medio urbano. Revalorizar, defender, compartir el trabajo contenido en estos aportes es uno de los cambios urgentes que hoy proponemos” 

La segunda parte del evento fue una marcha que movilizó a más de tres mil mujeres, la mayoría de ellas campesinas, indígenas, educadoras, estudiantes, liderezas populares, representantes de Juntas de Acción Comunal, vendedoras ambulantes y activistas de organizaciones y grupos de mujeres provenientes de distintos lugares del país, especialmente de los municipios del departamento de Nariño, Cauca, Valle y Bogotá.

Durante tres horas –mientras las mujeres marchaban por la Vía Panamericana rumbo a Ipiales- se paralizaron las actividades de transporte y de comercio en la frontera entre Colombia y Ecuador. Quienes marchaban dirigieron consignas que reivindicaban los derechos humanos, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, y los cinco principios tratados por la Carta: igualdad, libertad, solidaridad, justicia y paz. Así mismo, se denunciaron los asesinatos, desplazamientos y atropellos que se comenten contra las poblaciones más vulnerables, en Colombia.

La tercera y última parte del evento fue un acto protocolario, que se realizó en el municipio de Ipiales, en el Parque 20 de Julio, y contó con la participación de las mujeres ecuatorianas de diversas organizaciones indígenas, campesinas y populares, entre las cuales estaban: Ecuarunari, REMTE, FEDAEPS, CONAIE, y CONFEUNASC entre otras.  Así mismo, por Colombia se hicieron presentes las mujeres que conforman la coordinación nacional de la Marcha: ANMUCIC, ANUC-UR, FECODE, Movimiento Popular de Mujeres, Mesa de Mujeres del Frente Social y Político, Mesa de Mujer y Economía, Red Decide Mujer, OFP y Proyecto Planeta Paz.

En el evento estuvieron presentes los representantes de la Alcaldía Municipal de Ipiales, la Defensoría del Pueblo, el Comité Permanente de los Derechos Humanos, concejales de Pasto y lideres sociales, sindicales y políticos. También se contó con la participación de organizaciones artísticas y culturales de ambos países.

Entre las diversas intervenciones se destacaron las liderezas ecuatorianas Doris Trujillo y Blanca Chancoso, quienes manifestaron su preocupación por la militarización y el autoritarismo en los pueblos del Ecuador y Colombia, por los efectos nefastos del Plan Colombia. Igualmente, ellas se manifestaron contra los instrumentos económicos -como el TLC- impuestos por los gobiernos de los países latinoamericanos, y -sobre el caso ecuatoriano- señalaron la “Ley Topo” o “Ley Combo” como un nuevo paso sobre el camino de las privatizaciones y del dominio del mercado que atenta contra los derechos básicos de la salud, la educación y la seguridad social.

En las intervenciones colombianas, la lidereza campesina Gilma Benítez señaló la importancia política que tiene la Carta y la Manta en el país: “Es un momento histórico para nosotras las mujeres. La carta representa el compromiso y la voluntad política de las mujeres para construir un mundo más justo y más humano para todos y todas”. Por su parte, la lidereza Nelly Velandia advirtió que “la Carta y la Manta representan la diversidad de las mujeres en el mundo y sobre todo, para las colombianas es la posibilidad de denunciar las situaciones que enfrentamos las mujeres en la Guerra y la agudización de la pobreza”