Manifiesto de la Marcha Mundial de las Mujeres - 17 Octubre 2007
Nosotras, mas una vez, nos movilizamos en este 17 de octubre para denunciar y exigir el fin de la opresión a la que somos sometidas por ser mujeres, para acabar con la dominación, la explotación, el egoísmo y la búsqueda desenfrenada del lucro que traen injusticias, guerras, colonizaciones, ocupaciones y mas violencia.
De nuestras luchas feministas y las de nuestras antepasadas que lucharon en todos los continentes, nacieron nuevos espacios de libertad para nosotras, nuestras hijas, nuestros hijos, para todas las niñas y los niños que seguirán caminando sobre la tierra. En el 2000 juntamos 5 millones de firmas exigiendo el fin de la pobreza y de la violencia. El 2005 salimos a las calles nuevamente convocando a la humanidad por Igualdad, Libertad, Justicia, Paz y Solidaridad y tejiendo nuestros sueños mientras construimos nuestra manta mundial.
Hoy, como antes, denunciamos el capitalismo, el patriarcado y sus instituciones como las corporaciones trasnacionales y las oligarquías nacionales, que extraen su riqueza de la discriminación, opresión y explotación de nuestros pueblos y especialmente las mujeres, del saqueo de nuestros territorios, agua, tierra, biodiversidad, fuentes de energía, y desconocen nuestros derechos individuales y colectivos. Denunciamos estos sistemas que se organizan con base en los privilegios de los hombres sobre las mujeres, de blancos sobre negros e indígenas, así como la exclusión de las lesbianas, de inmigrantes y tantas situaciones de vida consideradas por ellos “anormales”. Denunciamos su carácter represivo y de criminalización de nuestras luchas.
En este 17 de Octubre – Día internacional de lucha contra la pobreza - llamamos la atención a la realidad vivida por nosotras mujeres: nuestro trabajo de cuidado a la familia y a la comunidad no es reconocido y aumenta con los cortes del presupuesto publico, tenemos menos propiedad y control de los recursos, tenemos salario menores, las condiciones de trabajo son precarias y las empresas controlan nuestra sexualidad y cuerpo. No tenemos las mismas oportunidades de estudio y nuestros conocimientos y calificaciones son menos reconocidas. Las conexiones entre la pobreza y la violencia hacia las mujeres se manifiestan en el tráfico e explotación sexual, en el feminicídio, en la utilización del cuerpo de las mujeres como botín de guerra.
Reconocemos las varias formas de opresión hacia las mujeres en los cuatro cantos del mundo. Tantas veces nos manifestamos, y seguiremos lo haciendo, contra las ocupaciones militares en Palestina, Afganistán, Líbano, Irak. En este momento particular relevamos nuestra solidaridad con las mujeres en lucha en contra la dictadura militar en Birmania, que empezaran denunciando la alta de los precios de combustibles y abrieran el camino a monjes, estudiantes y todo el pueblo. Apoyamos a las compañeras de Costa Rica en su NO al tratado de libre comercio de América Central con Estados Unidos. Empeñamos nuestra lucha para superar la terrible violencia que sufren las mujeres en los conflictos armados en la región de Kivu, Republica Democrática del Congo y Darfur, en la región oeste de Sudan.
Reafirmamos nuestros caminos para superar la pobreza y la violencia hacia las mujeres:
Autonomía económica de las mujeres y repartición de la riqueza: Empleos dignos, con derechos laborales y justa remuneración; manejo, uso y control de los recursos y medios de vida; fortalecimiento de la economía solidaria; valorización del trabajo reproductivo y productivo de las mujeres. No pago de la deuda externa que atenta contra la soberanía de los países y vigilancia para los nuevos endeudamientos. No negociar ni firmar tratados de libre comercio que tengan como objetivo asegurar los intereses de las transnacionales.
Por soberanía alimentaria y contra la privatización de la naturaleza: Auto-gestión de nuestros recursos naturales que se base en un modelo de desarrollo que respete las necesidades básicas de las generaciones presentes y futuras. Derecho a mantener nuestros medios de vida, a producir nuestros propios alimentos de la forma en que queremos producir y alimentarnos de acuerdo a nuestra propia cultura.
No más violencia hacia las mujeres: Combate a la violencia sexista que es un instrumento de control de nuestras vidas, nuestro cuerpo y sexualidad, de nos tornar objetos sometidos a la voluntad del otro. Compromiso y medidas concretas del Estado, de la sociedad, en particular de los movimientos sociales, en la prevención y punición de la violencia hacia las mujeres.
Paz y desmilitarización: Poner un fin en la impunidad y en el uso del cuerpo de las mujeres como botín de guerra y del estupro como arma de guerra. Participación de las mujeres en la resolución de los conflictos. Política de desarme, contra las ocupaciones y la presencia militar extranjera incluyendo bases y ejercicios militares.
¡Hasta que todas las mujeres sean libres estaremos en marcha!
Granja do Ulmeiro, Portugal, 08 Octubre 2007
Comité Internacional Marcha Mundial de las Mujeres