LA MARCHA MUNDIAL DE LAS MUJERES CONTRA EL MILITARISMO, EL FUNDAMENTALISMO Y LA VIOLENCIA
21-07-2016
LA MARCHA MUNDIAL DE LAS MUJERES CONTRA EL MILITARISMO, EL FUNDAMENTALISMO Y LA VIOLENCIA
El aumento del militarismo, el fundamentalismo, la violencia y la extrema derecha es cada vez más patente y golpea la vida de mujeres y comunidades de todo el mundo en formas muy diferentes. El fundamentalismo religioso y cultural continúa extendiendo el terror, la muerte y la opresión y alimenta los grupos de extrema derecha que van ganando poder muy rápidamente. Por otro lado, los gobiernos capitalistas están usando la excusa de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo para interferir en la política internacional, con el objetivo de controlar los recursos naturales, restringir la inmigración, limitar los derechos civiles y criminalizar la protesta.
Y este es el círculo vicioso en el que nos encontramos hoy. El fundamentalismo está generando más fundamentalismo. La violencia es respondida con más violencia. Las guerras se “previenen” armando más a los ejércitos. Y mientras tanto, gente inocente, familias, comunidades, civiles de todo el mundo sufren las consecuencias de esta locura.
El 14 de Julio una sangrienta masacre tuvo lugar en Niza (Francia) con un balance total de 84 personas muertas y otras 303 heridas. Reacciones de todo el mundo a este trágico acontecimiento siguen la teoría del choque de civilizaciones y sugieren la necesidad de mayor control y militarización.
En Turquía, el 15 de Julio, desde la televisión pública TRT el ejército anunció que tomaba el poder y declaraba el toque de queda. El presidente Erdogan ha sacado provecho rápidamente del fallido golpe de estado para lanzar una caza de brujas contra su oposición, no sólo contra los militares implicados en el intento de golpe, sino también contra fiscales, periodistas, jueces y personal de educación que ya han sido cercados.
Mientras los islamistas radicales ocupan las calles, las fuerzas democráticas sufren opresión y las mujeres sufren constante acoso por parte de los seguidores de Erdogan.
El intento de golpe de estado se ha saldado con más de 200 personas muertas, y lo peor parece que aún está por llegar porque la purga se va extendiendo a otros sectores. En los pasados días alrededor de 6.000 personas han sido encarceladas, y muchas más han sido despedidas o se han suspendido sus funciones. Este es el caso de 9.000 agentes de policía, 2.700 jueces y 15.000 personas del ámbito educativo. Además, se han revocado 24 licencias de radio y TV después del intento de golpe.
El gobierno opresivo de Erdogan ha mantenido a Turquía en el caos y el conflicto permanente durante los últimos años, y parece que el intento de golpe está siendo usado como excusa para mantener su dictadura islamo-fascista, aumentar el control y la represión de cualquier oposición, así como suprimir los Derechos Humanos en el país.
Nosotras, la Marcha Mundial de las Mujeres, denunciamos una vez más la militarización, el aumento del gasto militar y la estrategia de combatir la violencia con más violencia. Sabemos que estas estrategias sólo acarrean más desgracias a las mujeres y las comunidades de todo el mundo, sabemos que alimentan los fundamentalismos y polarizan nuestro mundo. Este no es el mundo que queremos.
Hoy enviamos toda nuestra solidaridad y fuerza a nuestras compañeras de la Marcha Mundial de las Mujeres en Turquía que están en primera línea en la defensa de la democracia y los derechos de las mujeres. Extendemos nuestra solidaridad al pueblo kurdo y al resto de pueblos y comunidades que viven en Turquía.
• Exigimos al Presidente Erdogan y su gobierno que cese inmediatamente las detenciones arbitrarias, la tortura y las purgas políticas en el país. Cualquier acción que tome el gobierno debe respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como el resto de protocolos internacionales firmados por Turquía.
• Pedimos a la comunidad internacional, especialmente a las Naciones Unidas y a la Unión Europea, que controle la situación de cerca con el objetivo de garantizar que el Estado de Derecho se mantiene vigente, que los Derechos Humanos sean respetados y para evitar que Turquía sea arrastrada a una situación más caótica y con un conflicto más grave.
La Marcha Mundial de las Mujeres se solidariza con las mujeres y los pueblos de Turquía y Francia, así como con los de todos los países que sufren la violencia, el fundamentalismo, el terrorismo y la militarización. Seguiremos marchando hasta que todas las mujeres vivan en Paz, Justicia y Libertad.
El aumento del militarismo, el fundamentalismo, la violencia y la extrema derecha es cada vez más patente y golpea la vida de mujeres y comunidades de todo el mundo en formas muy diferentes. El fundamentalismo religioso y cultural continúa extendiendo el terror, la muerte y la opresión y alimenta los grupos de extrema derecha que van ganando poder muy rápidamente. Por otro lado, los gobiernos capitalistas están usando la excusa de la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo para interferir en la política internacional, con el objetivo de controlar los recursos naturales, restringir la inmigración, limitar los derechos civiles y criminalizar la protesta.
Y este es el círculo vicioso en el que nos encontramos hoy. El fundamentalismo está generando más fundamentalismo. La violencia es respondida con más violencia. Las guerras se “previenen” armando más a los ejércitos. Y mientras tanto, gente inocente, familias, comunidades, civiles de todo el mundo sufren las consecuencias de esta locura.
El 14 de Julio una sangrienta masacre tuvo lugar en Niza (Francia) con un balance total de 84 personas muertas y otras 303 heridas. Reacciones de todo el mundo a este trágico acontecimiento siguen la teoría del choque de civilizaciones y sugieren la necesidad de mayor control y militarización.
En Turquía, el 15 de Julio, desde la televisión pública TRT el ejército anunció que tomaba el poder y declaraba el toque de queda. El presidente Erdogan ha sacado provecho rápidamente del fallido golpe de estado para lanzar una caza de brujas contra su oposición, no sólo contra los militares implicados en el intento de golpe, sino también contra fiscales, periodistas, jueces y personal de educación que ya han sido cercados.
Mientras los islamistas radicales ocupan las calles, las fuerzas democráticas sufren opresión y las mujeres sufren constante acoso por parte de los seguidores de Erdogan.
El intento de golpe de estado se ha saldado con más de 200 personas muertas, y lo peor parece que aún está por llegar porque la purga se va extendiendo a otros sectores. En los pasados días alrededor de 6.000 personas han sido encarceladas, y muchas más han sido despedidas o se han suspendido sus funciones. Este es el caso de 9.000 agentes de policía, 2.700 jueces y 15.000 personas del ámbito educativo. Además, se han revocado 24 licencias de radio y TV después del intento de golpe.
El gobierno opresivo de Erdogan ha mantenido a Turquía en el caos y el conflicto permanente durante los últimos años, y parece que el intento de golpe está siendo usado como excusa para mantener su dictadura islamo-fascista, aumentar el control y la represión de cualquier oposición, así como suprimir los Derechos Humanos en el país.
Nosotras, la Marcha Mundial de las Mujeres, denunciamos una vez más la militarización, el aumento del gasto militar y la estrategia de combatir la violencia con más violencia. Sabemos que estas estrategias sólo acarrean más desgracias a las mujeres y las comunidades de todo el mundo, sabemos que alimentan los fundamentalismos y polarizan nuestro mundo. Este no es el mundo que queremos.
Hoy enviamos toda nuestra solidaridad y fuerza a nuestras compañeras de la Marcha Mundial de las Mujeres en Turquía que están en primera línea en la defensa de la democracia y los derechos de las mujeres. Extendemos nuestra solidaridad al pueblo kurdo y al resto de pueblos y comunidades que viven en Turquía.
• Exigimos al Presidente Erdogan y su gobierno que cese inmediatamente las detenciones arbitrarias, la tortura y las purgas políticas en el país. Cualquier acción que tome el gobierno debe respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como el resto de protocolos internacionales firmados por Turquía.
• Pedimos a la comunidad internacional, especialmente a las Naciones Unidas y a la Unión Europea, que controle la situación de cerca con el objetivo de garantizar que el Estado de Derecho se mantiene vigente, que los Derechos Humanos sean respetados y para evitar que Turquía sea arrastrada a una situación más caótica y con un conflicto más grave.
La Marcha Mundial de las Mujeres se solidariza con las mujeres y los pueblos de Turquía y Francia, así como con los de todos los países que sufren la violencia, el fundamentalismo, el terrorismo y la militarización. Seguiremos marchando hasta que todas las mujeres vivan en Paz, Justicia y Libertad.