Boletín de Enlace - Noviembre 2001
Boletín de Enlace, Noviembre 2001
Volume 4, Numéro 2
UN PASO MÁS EN LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Y LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
Síntesis de las decisiones tomadas durante el Tercer Encuentro Internacional celebrado del 2 al 6 de octubre en Montreal, Quebec, Canadá Tras los atentados de NuevaYork y Washington : Llamado de la Marcha Mundial de las Mujeres a la Construcción de un Mundo Justo, Igualitario, Solidario, Democrático y Pacifico
Boletín de Enlace, Noviembre 2001, Vol 4, no 2
Síntesis de las decisiones tomadas durante el Tercer Encuentro Internacional celebrado del 2 al 6 de octubre en Montreal, Quebec, Canadá
Con el propósito de consolidar la red feminista de acciones mundiales, creada en el marco de la Marcha Mundial para realizar los eventos del año 2001 de lucha contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres, se llevó a cabo en Montreal, del 2 al 6 de octubre pasado, el Tercer Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres.
Se invitó a las coordinaciones nacionales, creadas para la Marcha, a enviar dos delegadas para establecer las bases de las acciones de esta red durante los próximos años. Treinta y cinco países respondieron a la invitación y delegaron a 45 participantes a dicha reunión, una participación que consideramos evidentemente más que satisfactoria dado el contexto mundial actual. Unos cincuenta países más nos indicaron su interés de proseguir el trabajo común, a pesar de no haber podido enviar una delegación al encuentro por diversas razones (dificultades económicas, de visa, etc.).
Además, asistieron unas veinte observadoras provenientes del Comité de Coordinación de la Marcha y del Consejo de Administración de la Federación de Mujeres de Quebec, mujeres que han participado, desde 1995, a la realización del gigantesco reto de unir a las mujeres del mundo en una acción común.
Nos sentimos muy orgullosas de los frutos de este Tercer Encuentro y les presentamos a continuación las grandes líneas de nuestros debates y de nuestro plan de trabajo para el próximo año. Las invitamos también a consultar nuestro sitio Web www.marchemondiale.org/es/3erencontre.html donde podrán ver algunas imágenes de este magnifico encuentro.
Paz, justicia, igualdad
Dedicamos nuestra primera jornada de trabajo al análisis de la coyuntura actual ya que deseábamos ubicar nuestras reflexiones y propuestas para el seguimiento de la Marcha en una lectura coyuntural de las realidades de pobreza y de violencia en las que viven las mujeres del mundo de hoy. Dada la situación actual, les pedimos a las delegadas de las coordinaciones nacionales de la Marcha de Pakistán y Estados Unidos, así como a una representante de la organización Women's International League for Peace and Freedom que nos dieran su punto de vista sobre el impacto de los atentados del 11 de septiembre y sus consecuencias. Queríamos debatir particularmente el impacto sobre las mujeres y las acciones de la Marcha Mundial de las Mujeres. Todas las conferencistas expresaron su gran inquietud ante la escalada de la violencia, la reducción de los derechos humanos, las mermas de los derechos de la mujer, el aumento constante de los integrismos, y los dramas cotidianos de las mujeres afganas y de todas las víctimas de conflictos armados. Cada una de ellas hizo un llamado urgente a unir nuestras voces para hacer que se escuche lo que las mujeres tienen que decir sobre la construcción y el mantenimiento de la paz.
A raíz de estas ponencias, se decidió redactar un texto, que encontrarán anexo a éste, el cual constituye un llamado a la paz y la construcción de un mundo igualitario, solidario, democrático y pacífico. Este llamado fue utilizado durante las vigilias por la paz que decidimos organizar el viernes 5 de octubre. Unos quince países adoptaron esta iniciativa y continúan la movilización de las mujeres de sus países para decir no a la guerra.
Les pedimos asimismo a las conferencistas que nos dieran un breve panorama sobre los temas actuales de la lucha contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres. Aquí también el clima actual influyó en nuestros debates, y apareció con mayor urgencia que nunca la necesidad de proclamar con fuerza el proyecto de sociedad, fruto del análisis feminista, en el cual se aboga por un modelo económico que da precedencia a los derechos fundamentales sobre el lucro y se favorece la distribución de las riquezas. En el ámbito de la lucha contra la pobreza, merece recordar que la creciente brecha entre los ricos y los pobres, entre los hombres y las mujeres no sólo constituye una abominable realidad sino que ofrece une terreno fértil a la desesperación y la intolerancia. En cuanto a la lucha contra la violencia hacia las mujeres, la marginación de las mujeres, de sus voces y sus derechos, particularmente en el contexto actual, suscita grandes inquietudes. Aquellas mujeres que no se ajustan a los modelos preestablecidos o que exigen que se reconozcan sus derechos y su ciudadanía son cada vez más el blanco de los integrismos de toda índole. En este trasfondo, las razones de ser de la Marcha Mundial de las Mujeres siguen siendo tan vigentes como antes y la Marcha se ha vuelto un vehículo de análisis y de movilización esencial para las mujeres.
Metas alcanzadas
Aún si ya pasó un año desde nuestros encuentros con los organismos responsables de las decisiones en el plano internacional como la ONU, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, nos tomamos el tiempo de revisar nuestras acciones mundiales del año 2000 y concluimos que estos encuentros constituyeron un momento decisivo en el deseo de las mujeres de hacerse escuchar en las más altas esferas. Sin embargo, salimos de ellos con mitigada satisfacción ya que aún si la acogida por parte de algunos de los interlocutores fue cortés, los resultados han sido insustanciales. No deja por ello de haber sido una primicia, se observó, y que tenemos que continuar a hacer que se nos escuche. Los logros de la Marcha se ubican sobre todo en el fortalecimiento de la solidaridad feminista internacional; en la acción colectiva que encuentra su inspiración en la fuerza conjunta de todas las mujeres y en sus realidades; en la convicción de que podemos y debemos actuar global y localmente para dar los pasos necesarios para poner fin a la pobreza y la violencia hacia las mujeres. Las acciones impulsadas por la Marcha Mundial de las Mujeres en el Año 2000 fueron consideradas un éxito. Pensamos publicar un documento síntesis que hará la relación entre las acciones nacionales y las mundiales.
Dificultades por vencer
Nos hemos también topado con dificultades de tipo organizativo. A varios grupos les fue difícil encontrar la financiación necesaria para lograr una verdadera participación de las mujeres de la base y nuestros planes de trabajo estaban muy por arriba de nuestros recursos. Sin embargo, algunos grupos lograron obtener el apoyo de otras redes. Más de una participante juzga que la Marcha permitió a varios grupos en sus países, que no se conocían o que, tradicionalmente, no trabajaban juntos, a aunar sus esfuerzos
La Marcha Mundial de las Mujeres tenía entre sus valores y objetivos el llegar a las mujeres de la base, lo que fue posible en la mayoría de los países y territorios pero varió mucho en función de las prácticas de los movimientos de mujeres en cada país. Por consiguiente, aunque teníamos como principio la inclusión, algunas mujeres pudieron haberse sentido excluidas por algunas de las decisiones que sus coordinaciones nacionales tomaron. Queda claro que el deseo de reconocer las diferencias entre las mujeres y trabajar dentro de estas diferencias permanece una preocupación central de la Marcha.
Seguimiento de la Marcha Mundial de las Mujeres
El Tercer Encuentro de la Marcha Mundial de las Mujeres permitió consolidar y validar la creación de una red feminista de acciones mundiales alrededor de dos temas centrales: la lucha contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres. Por lo demás, se adoptaron y reiteraron los objetivos siguientes:
1- Fortalecer y mantener un amplio movimiento de solidaridad entre los grupos de mujeres de la base de manera a que la Marcha constituya un gesto de afirmación de las mujeres del mundo.
2- Promover la igualdad entre las mujeres y los hombres, y entre los pueblos.
3- Apoyar a un amplio proceso de educación popular donde todas las mujeres puedan analizar por y para ellas mismas las causas de su opresión y las posibles alternativas.
4- Poner en práctica las reivindicaciones y las alternativas comunes a los movimientos de las mujeres del mundo, en el plano local, nacional, regional e internacional, en torno a los temas de la pobreza y de la violencia hacia las mujeres.
5- a) Ejercer presiones políticas sobre los gobiernos e instituciones políticas multilaterales (por ej. la ONU) para que efectúen los cambios que se imponen para mejorar las condiciones y la calidad de vida de las mujeres del mundo y para que prosigan una política de desarme y resolución pacífica de conflictos.
b) Cuestionar las instituciones internacionales financieras, económicas y militares ((FMI, OTAN, OMC, BM, etc.) que empobrecen y marginan a las mujeres e incrementan la violencia hacia ellas, y trabajar con propuestas internacionales alternativas.
6- Llevar a la población en general, a los otros sectores de la sociedad y a los movimientos sociales a apoyar y a realizar los cambios que sean necesarios para mejorar las condiciones y la calidad de vida de las mujeres del mundo.
Reivindicaciones y acciones mundiales
Se aprovechó el Tercer Encuentro Internacional para poner al día nuestras reivindicaciones mundiales y se concluyó que, salvo escasas excepciones, las 17 reivindicaciones que se promovieron durante los eventos y actividades del año 2000, conservan todas su actualidad. Se crearon grupos de trabajo con la tarea de dar particular seguimiento a algunas de ellas con el propósito de hacerlas progresar o de producir documentos de información propios que nos permitan avanzar en nuestra reflexión. Así, uno de los grupos de trabajo, responsabilidad de la coordinación italiana, tiene la tarea de reflexionar sobre el modelo económico alternativo que corresponda mejor a nuestro análisis y permita que las mujeres y sus comunidades salgan de la pobreza gracias a cambios estructurales y no puramente coyunturales. La coordinación de Québec aceptó la responsabilidad de producir un documento que permita a las coordinaciones nacionales profundizar su reflexión sobre la represión hacia las mujeres lesbianas. Finalmente, se formó un tercer grupo de trabajo, responsabilidad de la coordinación de la India, que dará seguimiento al tema de la violencia hacia las mujeres.
Se destacaron varias acciones a corto plazo que deseamos llevar a cabo. En una primera etapa está la continuación de la movilización para hacer que se escuchen las voces de las mujeres a favor de la paz, la justicia y la igualdad. Se prevé, a muy corto plazo también, una acción de apoyo a las mujeres afganas. Dos conferencias que se llevarán a cabo este año retienen nuestra atención: el Segundo Foro Social Mundial de Porto Alegre y la Conferencia de la ONU sobre la Financiación del Desarrollo. Se crearon dos grupos de trabajo, encabezados respectivamente por la coordinación de Brasil y de México, para asegurar la participación de la Marcha Mundial a ambos encuentros, una participación que se desea numerosa y portadora de un mensaje específico.
Estructura de toma de decisiones y próxima cita
Al final del encuentro, para asegurar que se dará el seguimiento apropiado al Tercer Encuentro Internacional, se nombro un comité constituido por Miriam Nobre de Brasil, Shashi Sail de la India, Mathilde Kayitesi de Ruanda, Michèle Spieler de Suiza, Leonor Concha de México, Emily Naffa de Jordania, una representante de la Red Continental de Mujeres Indígenas, Vivian Barbot presidenta de la Fédération des femmes du Québec y Diane Matte, coordinadora de la Marcha. Estas mujeres, nombradas por un año, deberán llevarnos a nuestro próximo encuentro que se celebrará en México en 2002, en el cual se aprobará una estructura organizativa. Mientras tanto, esta instancia decisoria transitoria substituye al Comité de Enlace Internacional y al Comité de Coordinación de la Marcha Mundial de las Mujeres.
Lecciones y desafíos
El Tercer Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres fue muy enriquecedor en términos de aprendizaje y nos permitió identificar los nuevos desafíos que deberemos encarar todas juntas. Durante la semana de trabajos, tuvimos que reajustar repetidamente nuestras expectativas en función de la rapidez con la cual podíamos lograr consenso o identificar adecuadamente los problemas a los que estamos enfrentándonos. Algunos debates fueron difíciles pero siempre se hicieron en un clima de construcción y mantenimiento de la red de la Marcha y salimos de ellos todavía más determinadas a continuar nuestro trabajo y con una mejor comprensión de lo que las mujeres de diversos países esperan de esta red. Estos debates también hicieron resaltar, por supuesto, los desafíos que deberemos encarar, siendo el primero el de asegurar la supervivencia financiera del secretariado de la Marcha. Ciertos temas siguen siendo muy difíciles de abordar (derechos de las lesbianas, derecho al aborto, por ejemplo) pero hemos logrado pasar a un nuevo nivel de debate que nos permite continuar a informarnos mutuamente sobre las realidades de cada una y dejar que éstas maticen nuestras acciones mundiales.
Las mujeres salieron del encuentro con la voluntad férrea de proseguir las acciones colectivas con miras a combatir la pobreza y la violencia hacia las mujeres. La fuerza de la Marcha Mundial de las Mujeres ha sido y continua siendo el atreverse a explorar tierras vírgenes en donde solidaridad internacional y cambio social se conjugan en el presente y el futuro.
Seguimiento de la Marcha Mundial de las Mujeres
Considerando, - Que los problemas de pobreza y violencia hacia las mujeres no solamente no han disminuido sino que continúan aumentando dramáticamente ; - Que los responsables de las decisiones políticas interpelados por la Marcha, tanto a nivel nacional como internacional, continúan manifestando una ausencia de voluntad política en cuanto a la aplicación de los grandes convenios y protocolos internacionales particularmente aquellos referentes a las mujeres; - Que los responsables de las decisiones económicas interpelados por la Marcha (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) no han realizado ningún gesto que permitan esperar un "cambio de rumbo" en sus orientaciones y acciones; Considerando, - La existencia de un movimiento mundial autónomo de las mujeres suscitado por la Marcha Mundial; - La existencia de un movimiento antimundialización con el cual es importante crear sólidas alianzas; Nosotras, mujeres del mundo, reunidas en la Marcha Mundial de las Mujeres, en este 6 de octubre de 2001; - Frente a los desafíos cruciales a los cuales se enfrenta la humanidad; - Ante la escalada sin precedentes de la pobreza en el mundo y la violencia ejercida contra las mujeres; Nosotras declaramos que estamos decididas, más que nunca, a continuar marchando juntas y en todos los continentes, porque que tenemos la certeza que otro mundo es posible. NOSOTRAS DECLARAMOS QUE LA MARCHA MUNDIAL DE LAS MUJERES CONTINÚA ! |
Boletín de Enlace, Noviembre 2001, Vol 4, no 2
Tras los atentados de NuevaYork y Washington : Llamado de la Marcha Mundial de las Mujeres a la Construcción de un Mundo Justo, Igualitario, Solidario, Democrático y Pacifico
Nosotras, las mujeres de la Marcha Mundial, entramos en el tercer milenio marchando contra la pobreza y contra todas las formas de violencia hacia las mujeres porque estas dos plagas desfiguran la humanidad, la fragilizan, generan terribles reacciones de odio, crueldad, desesperación y bloquean toda esperanza de vivir en un mundo justo, solidario, igualitario, democrático y pacífico. En todos los países marchamos contra las injusticias, la ignorancia, las violencias, los integrismos, el racismo, las discriminaciones, las exclusiones, las guerras y contra todos los males que son tierra fértil para todos los terrorismos.
Nosotras, delegadas de 35 países y territorios, reunidas en Montreal con motivo del Tercer Encuentro Internacional de la Marcha Mundial, reiteramos con renovada fuerza nuestra condena de todos los actos de terrorismo cometidos en el mundo, en los cuales incluimos los del 11 de septiembre, que constituyen una barbarie más. Los miles de ciudadanos y ciudadanas salvajemente asesinados en esos atentados vienen a sumarse a las miles y miles de personas inocentes de la población civil quienes, mucho antes del 11 de septiembre, fueron borradas brutalmente de la faz de la tierra, víctimas ellas también de actos de la misma ultrajante barbarie, de guerras equivocadamente calificadas de "humanitarias" o de "baja intensidad"; víctimas de la violencia estatal, de bloqueos económicos, de ocupaciones, de colonización, genocidios, opresiones patriarcales (crímenes de "honor", violencia doméstica, mutilaciones genitales, tráfico sexual), del hambre, de las miserias cotidianas fruto de las intolerables desigualdades que el sistema económico mundial genera. Todas las víctimas y sus familias tienen toda nuestra compasión.
Nosotras, las mujeres de la Marcha Mundial, nos presentamos ante la ONU, hace exactamente un año, para denunciar vigorosamente las múltiples guerras sucias que asolan nuestros pueblos. Con toda claridad, identificamos a los actores que llevan la batuta y cuyos intereses se fortalecen mutuamente: grandes poderes, industria armamentista, compañías transnacionales, gobiernos corruptos, dictadores, integristas religiosos, crimen organizado, narcotraficantes. Nos presentamos como testigos que han vivido las violencias y las injusticias sufridas por millares de mujeres a causa de los conflictos armados y gritamos: ¡Las mujeres del mundo no queremos parir más hijos para la guerra! Reclamamos el respeto de los derechos humanos, la aplicación de todos los Convenios de la ONU, la resolución negociada de estos conflictos. No hemos sido escuchadas.
Hoy, cuando asistimos a un violento retorno de los guerreros de todo tipo, nuestra voz se eleva más fuerte todavía, para recordar:
- el polvorín que representa la ocupación por Israel de los territorios palestinos, su utilización de los hechos del 11 de septiembre para legitimizar y redoblar las agresiones contra el pueblo palestino, y su negativa a trabajar a favor de una solución negociada del conflicto de acuerdo con las resoluciones de la ONU;
- la duración, la amplitud, la intensidad de las tragedias de Ruanda, Angola, Burundi, Sierra Leona, la República Democrática del Congo, Liberia, Sudán, Etiopía, Eritrea, Sri Lanka;
- las masacres en Argelia; los horrores vividos en el Timor oriental; la situación en México y en Indonesia (Molluken);
- la suerte de las prisioneras y prisioneros políticos que agonizan en las cárceles turcas, marroquíes, latinoamericanas y en tantas otras cárceles del mundo entero;
- el impacto sobre las poblaciones civiles que tienen los conflictos en los Balcanes, Kurdistán, Georgia, Chechenia y en tantos otros países.
- las debilidades y las fallas del proceso de paz en Irlanda del Norte.
Sentimos en carne propia las incalificables violaciones que los Talibanes, fortalecidos por la inacción cómplice de la comunidad internacional, cometen impunemente contra las mujeres afganas desde hace más de una década. Las mujeres de Birmania, Irán, Irak y Pakistán no conocen mejor destino. Conocemos las consecuencias que tiene sobre las poblaciones latinoamericanas el Plan Colombia, orquestado y financiado por los Estados Unidos. Repetimos nuestra indignación frente a la situación de opresión vivida por los pueblos indígenas a través del mundo. Llevamos en nosotras el peso de todos los conflictos del mundo. No queremos más guerras.
Por consiguiente, nosotras, las mujeres de la Marcha Mundial, nos oponemos vehementemente a todo intento de utilizar la intervención armada contra un país o un grupo de países para resolver la crisis generada por los hechos del 11 de septiembre:
- Porque tal intervención creará todavía más sufrimiento y destrucción sin resolver en lo más mínimo los problemas que están a la raíz de tales acontecimientos y no hará más que agravar la pobreza y la humillación de las poblaciones afectadas;
- Porque sabemos por experiencia que son las mujeres y los niños las primeras víctimas, junto con las poblaciones desfavorecidas, de todo conflicto armado. La amenaza de una intervención militar de las fuerzas de la OTAN ha provocado ya la huída de millones de ciudadanas y ciudadanos afganos que viven en espantosa pobreza;
- Porque el gobierno de los Estados Unidos, respaldado por sus incondicionales aliados, fortalecerá su posición hegemónica de gendarme del mundo, continuará imponiendo su "nuevo orden mundial" y oponiéndose a todos aquellos instrumentos internacionales indispensables para la paz, el desarrollo sustentable y el respeto de los derechos de las mujeres, como son, entre ellos, el Convenio sobre la eliminación de todas las formas de discriminación hacia las mujeres, el Protocolo de Kyoto, el Tratado que instaura la Corte Penal Internacional y la Convención contra las minas antipersonales;
- Porque la industria armamentista y los presupuestos militares van a aumentar a costa de los programas para la salud, la educación, la seguridad social, la protección del medio ambiente;
- Porque habrá gobiernos que aprovecharán esta situación para nutrir la xenofobia, cerrar todavía más sus fronteras para erigirse en fortalezas contra las personas inmigrantes y refugiadas; para amenazar y hasta suprimir los derechos civiles y las libertades fundamentales, en particular de las mujeres, y para criminalizar todo movimiento de oposición a la mundialización neoliberal y sexista actual;
- Porque no hará más que fortalecer las dictaduras y los integrismos religiosos de toda índole.
Nosotras, mujeres de la Marcha Mundial,
- Exigimos que los culpables de los atentados sean identificados claramente y enjuiciados. La ley debe prevaler sobre el espíritu de venganza.
- Apoyamos las voces crecientes de ciudadanas y ciudadanos en los Estados Unidos y en otras partes del mundo que reclaman un cambio radical de rumbo en la política exterior estadounidense;
- Exigimos que la ONU desempeñe un papel mucho más activo con miras a impedir toda intervención militar a raíz de la crisis actual, a poner fin a todas las agresiones u ocupaciones militares que se están llevando a cabo, asegurar el derecho de asilo y velar por el derecho de las personas refugiadas a regresar a su país de origen;
- Exigimos que todos los países ratifiquen y apliquen el Convenio sobre las minas antipersonales;
- Reiteramos la urgencia de soluciones políticas negociadas de todos los conflictos y la participación equitativa de las mujeres en estas negociaciones;
- Exigimos que se levanten los embargos y los bloqueos (Cuba, Irak) que afectan principalmente a las mujeres y a los niños;
- Exigimos la prohibición total de la producción y venta de armas y exigimos que los Estados establezcan políticas de desarme tanto en el campo del armamento clásico como nuclear y biológico.
Nosotras, mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres, proponemos la construcción paciente e infatigable de la paz, la justicia, la democracia y la igualdad entre las mujeres y los hombres como alternativas a los actos terroristas e intervenciones armadas. Reiteramos nuestra voluntad de vivir en un mundo que se preocupe más de la seguridad de las personas que de la seguridad de las naciones y en el cual cada ser humano goce de los mismos derechos y libertades independientemente de su sexo, origen étnico, nacionalidad, religión u orientación sexual. Nosotras, mujeres de la Marcha Mundial, nos asociamos solidariamente a todas aquellas fuerzas del mundo que se activan para afirmar que "otro mundo es posible" y para realizarlo…¡ya!
Last modified 2006-03-23 03:08 PM
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