Declaración sobre nuestros valores
El siglo XXI se inició con dos eventos importantes de carácter mundial: la Marcha Mundial de las Mujeres y el Foro Social Mundial. Ambos se volvieron rápidamente procesos, más grandes que los eventos en sí, que vinieron a fortalecer y formar parte integrante de la lucha por una profunda transformación de nuestras sociedades. Esta lucha surge como oposición a una globalización neoliberal (nuevo rostro del imperialismo), a la guerra, al racismo, a la pobreza y a todos los tipos de discriminación, ocupación y militarización. La globalización patriarcal y neoliberal reproduce las desigualdades de género, amplía la brecha entre pobres y ricos, entre países, territorios y pueblos, y genera cada vez más exclusión, odio, racismo e intolerenacia.
La Marcha Mundial de las Mujeres, en su lucha contra la pobreza y la violencia hacia las mujeres, ilustra la determinación de las ciudadanas del mundo a hacer mundial el pleno ejercicio de los derechos humanos, a construir un mundo de paz, de justicia social y democracia, libre de toda explotación y opresión, donde reinen la igualdad entre mujeres y hombres, el auténtico reconocimiento del trabajo de las mujeres así como del papel, tanto productivo como reproductivo, que desempeñamos en el seno de nuestras sociedades, el respeto de la diversidad de las culturas y la pluralidad, y la preservación del medio ambiente. Consideramos apremiante afirmar y defender nuestros derechos sexuales y reproductivos, inclusive el derecho a una decisión informada, garantizando el acceso libre y gratuito tanto a la atención médica como a métodos seguros de contracepción y aborto. De hecho, consideramos que juntas y juntos podemos y debemos construir otro mundo.
Consideramos urgente proponer, como feministas, alternativas económicas, políticas, sociales y culturales para hacer posible ese otro mundo. Consideramos necesario comparar nuestras visiones de ese otro mundo entre nosotras las mujeres y con las organizaciones aliadas tanto a escala local como nacional, regional e internacional. Para hacer avanzar la liberación de la mujer, consideramos importante trabajar conjuntamente, en alianzas, con otros movimientos sociales y fortalecer nuestra cooperación mediante acciones comunes. Reiteramos la importancia de contar con un movimiento internacional de mujeres autónomo, transparente, democrático y creativo. Reconocemos y respetamos la diversidad en el seno de dicho movimiento. Valoramos el liderazgo de las mujeres, particularmente el de aquellas entre nosotras que, por ser mujeres, sufren doble discriminación, como un liderazgo estratégicamente necesario para lograr una verdadera transformación social.
La Marcha Mundial de las Mujeres cree en la globalización de la solidaridad. Somos todas mujeres distintas que trabajamos juntas para construir otro mundo. Entre nosotras hay millones de mujeres que a diario luchan por su supervivencia y la de su comunidad rural o urbana; mujeres victimas de los sistemas de casta y mujeres de comunidades minoritarias; mujeres indígenas sometidas a opresiones seculares y a una discriminación económica, política y social; supervivientes de todas formas de violencia como violaciones, incesto, explotación sexual, mutilaciones genitales femeninas, violencias justificadas por la cultura y las tradiciones, tráfico sexual, violencia doméstica y odio que luchan contra la impunidad de los agresores; lesbianas privadas de derechos humanos fundamentales que luchan contra la persecución; mujeres que viven en situaciones de conflicto armado; supervivientes de genocidios; mujeres que resisten al racismo y al integrismo; mujeres refugiadas arrojadas de su país que buscan un lugar seguro; mujeres migrantes en búsqueda de empleo y oportunidades; niñas, jóvenes y mujeres de edad que luchan para ser reconocidas, respetadas y vivir con dignidad; mujeres discriminadas por sus capacidades diferentes; trabajadoras y sindicalistas, del sector formal e informal, que luchan por la equidad salarial, un empleo adecuadamente remunerado y contra la doble jornada de trabajo; mujeres que viven bajo ocupación militar; mujeres víctimas de embargos; mujeres que luchan contra la asimilación cultural y lingüística; mujeres que trabajan a la construcción de la paz y la democracia en la adversidad y que reclaman ser incluidas en los procesos y diálogos de prevención de la guerra y de negociación de la paz.
La Marcha Mundial de las Mujeres invita a las mujeres del mundo a comprometerse a seguir luchando, en cada uno de nuestras comunidades, países y regiones, conforme a sus realidades y prioridades, así como en el ámbito internacional, para romper el silencio y así acelerar la larga marcha hacia la autodeterminación, la paz, la justicia social y económica, la democracia y la igualdad.
Last modified 2006-06-27 11:01 AM
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