Abril 2002 - Erradicar la pobreza en todas las etapas de la vida
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Satisfacción de las necesidades
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Trabajar con dignidad, una reivindicación generalTrabajo doméstico, asalariado, independiente… sea cual sea el tipo de trabajo efectuado, las mujeres exigen un reconocimiento tanto de su trabajo como de sus habilidades y sobre todo exigen ser remuneradas a la par de los hombres. En todas las plataformas nacionales, igualdad y equidad salarial son reivindicaciones casi constantes, como por ejemplo en las de Bolivia, Canadá, Guatemala, Haití, la India, Nueva-Caledonia, Portugal, Senegal y Turquía. A esto se suma la exigencia de igualdad en el trato en los lugares de trabajo. Las mujeres de: Barbados, Burkina Faso, Benin, Camerún, España y Francia, y de manera general, toda Europa, Ghana, Luxemburgo, Malí, Marruecos, Martinica, México, República Centroafricana, Senegal, Togo, Yugoslavia, Rumania y Ucrania exigen que se denuncie y se condene el acoso sexual y piden leyes que lo castiguen.
El reconocimiento del trabajo doméstico es revindicado de manera casi general. "¡Merece bien un salario!" exclama una aldeana kanak, en Nueva Caledonia, al explicar a un periodista la cantidad de trabajo que realiza a diario. Y para demostrar la importancia de éste, las gallegas, en España, decidieron declarar el 10 de octubre de 2000, día de huelga general de los quehaceres domésticos, una manera de proclamar con fuerza, cuan indispensables son esas tareas que representan horas y horas de actividad que nunca se remuneran, ni se contabilizan en las estadísticas o los balances que se hacen sobre la riqueza de un país. Varios países, como Congo Kinshasa, Ecuador, Malí, Perú, por ejemplo, inscriben esta reivindicación en sus plataformas nacionales. Las ruandesas por su parte piden que "se ayude a las mujeres en sus trabajos" y las ucranianas reclaman el "respeto de los derechos de la mujer en la pareja y la comunidad". Para las brasileñas y las colombianas la solución se encuentra en la socialización de las tareas que realizan las mujeres y por ello exigen la creación de instalaciones públicas de atención a la infancia, lavanderías, comedores, etc. "No queremos instaurar un matriarcado o una sociedad dominada por las mujeres, pedimos sencillamente la igualdad... No es demasiado pedir, me parece," concluye una nepalesa que viajó a Nueva York para participar a la marcha del 17 de octubre de 2000. |
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Last modified 2006-03-23 03:09 PM This item is available in Français, English, Español |