Entre las reivindicaciones más generalizadas dentro de los grupos participantes de la Marcha se pide que se promulguen leyes que condenen la violencia hacia las mujeres, en particular las agresiones sexuales; que la violencia en el ámbito del hogar sea también considerada un delito, y que se emprendan medidas concretas para socorrer a las victimas de la violencia (refugios, presencia de mujeres en las comisarías, atención particular en los hospitales, etc.).
Criminalizar la violencia doméstica, una demanda medular de la Marcha en Mozambique. (Foto Sylvie Desautels) |
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El 8 de marzo de 2000, en Ginebra (Suiza), las europeas manifiestan contra todas las formas de violencia hacia las mujeres. |
De hecho, mujeres de países tan diversos como Angola, Chile, Congo (Kinshasa), España, Guatemala, la India, Jordania, Luxemburgo, Marruecos, Mozambique, Perú, Turquía y de Europa en general exigen todas que se considera la violencia doméstica como un delito..
La necesidad de nombrar jueces y crear tribunales especializados en todo el país para aplicar las leyes en el ámbito de la violencia intrafamiliar es destacada por las hondureñas.
Numerosos grupos piden que se criminalicen las agresiones sexuales y la violación, delitos que según las bolivianas, deben considerarse como "crímenes contra la humanidad".
De la misma manera, las mujeres de Bélgica, Chad, Portugal, Ruanda y Turquía exigen que se apruebe una ley que sancione todos los tipos de violencias hacia las mujeres.
"Hay que acabar con las practicas tradicionales y las leyes que fomentan la violencia hacia las mujeres, tales como el levirato (obligación para la viuda de casarse con el hermano del difunto), el matrimonio forzoso, las mutilaciones genitales, las violencias domésticas, el repudio, etc.)", declararon las mujeres africanas reunidas en Ouagadougou en abril de 2000.
En todos los países concernidos, se recomienda llevar a cabo actividades de sensibilización, información, y prevención en materia de mutilaciones genitales, así como la aplicación de las leyes donde las hay.
Las coreanas resumen declarando que los países deben actuar contra todas las formas de violencia y de explotación sexual de la mujer en el ámbito de la familia, el trabajo, en los medios de comunicación y en Internet.
En una entrevista dada a un periódico local en noviembre de 2000, la representante de Cataluña, España, se indignaba contra el hecho de que "cuando una mujer es asesinada, violada o quemada por su ex-marido, este acto no se considera como una forma de terrorismo".