"Exigimos que se considere la violencia hacia las lesbianas como una violación de los derechos fundamentales del ser humano", escriben las brasileñas.
Las múltiples discriminaciones hacia las lesbianas son de carácter político, pues surgen de la supremacía, en las sociedades, de la norma heterosexual, la cual se acompaña en ciertos países de expresiones de violencia física, verbal, ideológica y social. Más de un país posee leyes vigentes contra la homosexualidad.
Las europeas reclaman que se sancionen las "discriminaciones e insultos lesofóbicos y homofóbicos", que se otorgue a las asociaciones lesbianas el derecho de presentar acusaciones particulares contra tales actos y que las violencias hacia las lesbianas "se incluyan en las leyes, cuando las hay, como circunstancias agravantes". Las australianas y las quebequenses abundan en el mismo sentido.
La defensa de los derechos de las lesbianas y los gay se encuentra plasmada en dos reivindicaciones de la Marcha Mundial de las Mujeres (V10 y V11). Al no haber sido posible lograr consenso alrededor de estas reivindicaciones se llegó al compromiso según el cual cada coordinación se vería libre de retomarlas o no en sus reivindicaciones nacionales, quedando sin embargo como parte integrante de la plataforma mundial de la Marcha
Ciertos grupos reconocieron sufrir grandes dificultades en hablar de un tema que es "tabú" y que "no está en la cultura" y que, por lo demás, podría haber acarreado la división del movimiento.
Las mujeres de los países musulmanes se encaran a dificultades similares, como lo señaló una representante en el encuentro de octubre de 2001: "No puedo transmitir una reivindicación que cite textualmente la palabra "lesbiana", en mi país se va a la cárcel por eso".
En el mencionado encuentro, las europeas, que militan por una sociedad que "rechace las dictaduras y los integrismos", expresaron el deseo de enmendar las reivindicaciones sobre las lesbianas puesto que consideran que la "marginación de las mujeres, de sus voces y sus derechos, sobre todo en el contexto actual, es fuente de gran preocupación. Las mujeres que no se pliegan a los modelos preestablecidos o aquellas que reclaman que se reconozcan sus derechos y su pleno ejercicio de su ciudadanía, son cada vez más el blanco de integrismos de toda índole". Las europeas decidieron establecer, en 2001, una red lesbiana europea y las salamanquinas (España), por su parte, desean que se enmiende la ley española que prohíbe a las lesbianas y a las personas solteras utilizar la fecundación in vitro.
Estos países reclaman también que se elimine toda discriminación por orientación sexual en el otorgamiento del estatuto de refugiado. El Reino Unido hizo, en 2001, un paso en esa dirección.