Abril 2002 - Imágenes de un país a otro - Europa
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La Europa feminista y antiliberal bien encaminadaEn el 2000, las europeas se movilizaron contra la Europa neoliberal, reuniendo las mujeres de los diferentes países del continente en torno a una plataforma común. Este proceso, excepcional por hacerse a la escala de todo un continente, permitió consolidar los lazos entre las feministas europeas. La plataforma reclama una Europa solidaria, democrática, abierta, donde se vea reducida la desigualdad en la distribución de las riquezas, donde las mujeres participen de manera igual a los hombres en las decisiones políticas, donde tengan el derecho de disponer de sus cuerpos y sus vidas, y la libre elección de su sexualidad, donde la violencia intrafamiliar se considere un crimen; una Europa de paz, de desarrollo sostenible, social e igualitaria que ayude a los países más pobres y que rechace toda dictadura e integrismo. También exige que las mujeres extranjeras e inmigrantes disfruten de condiciones iguales a las de las nativas del país, sea cual sea su estatuto jurídico. La plataforma condena las prácticas que denigran los derechos de las mujeres: los matrimonios forzosos, las mutilaciones genitales, etc..
Desigualdades en los países industrializadosEn el contexto de una Europa diversa en cuanto a sus culturas y economías, las mujeres de la Marcha denuncian los efectos de la degradación de la economía que lleva a una migración de poblaciones del este hacia el oeste de Europa, lo cual facilita varios tipos de tráfico como las drogas y el tráfico sexual de mujeres y niñas.
Insisten las europeas sobre la precariedad de la situación en que viven muchas mujeres, incluso en los países industrializados, donde frecuentemente son "ciudadanas de segunda clase". De hecho las mujeres se encuentran más a menudo y por más tiempo sin trabajo que los hombres. Están sobrerrepresentadas en los empleos precarios y mal pagados y reciben salarios más bajos que sus colegas masculinos, aún cuando ocupan los mismos puestos. En su mayoría, las mujeres siguen asumiendo la doble jornada de trabajo. Las europeas reclaman de manera masiva derechos profesionales y salarios iguales a los de los hombres, sistemas de protección social que permitan vivir con dignidad, y la supresión de toda discriminación en este ámbito. Se han de armonizar las políticas europeas "hacia arriba" en el campo social y en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, tanto sobre el territorio europeo como en el mundo. Las reivindicaciones incluyen: ayuda a las víctimas, facilitación de los procedimientos penales, condenas por acoso sexual, criminalización de la violencia intrafamiliar. Al mismo tiempo que varios países prohíben todavía el aborto libre (Irlanda, Portugal, restricciones en Polonia, debate sobre los"plazos" en Suiza), las europeas reafirman su oposición al integrismo religioso, representado en particular por los grupos católicos de extrema derecha. El derecho de cada una de disponer de su cuerpo también aparece claramente como parte de las exigencias del reconocimiento de los derechos de las lesbianas en las leyes y en la ideología donde ahora domina "la imposición de la norma heterosexual". |
Volante publicado en Dinamarca.Balance de la Marcha en los Países Bajos. |
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