Especial Washington y Nueva York
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Señor Presidente Wolfensohn:
Las mujeres aquí presentes desearíamos una reforma profunda del Banco Mundial, es decir, su transformación radical en una institución que verdaderamente apoye a los pobres del mundo, especialmente a las mujeres, ya que nosotras nos preguntamos con frecuencia para quién crece la economía? y constatamos que el así llamado desarrollo económico ha favorecido a un reducido número de personas y ha empobrecido a millones.
En el caso de las mujeres de América Latina, queremos señalarle lo siguiente:
Si bien es cierto que el Banco Mundial ha hecho algunos avances en la integración de la perspectiva de género en sus políticas y proyectos al instalar personal para este efecto, también lo es que falta mucho por hacer, ya que todavía no se ve reflejado en la calidad de vida de las mujeres de nuestros países, esto se observa porque la pobreza en la región ha seguido aumentando, ahora son 78 millones de personas que sobreviven con un dólar diario. Este hecho que su propia institución reconoce, no observa que las mujeres siguen siendo las más afectadas por este aumento en la pobreza.
Así las mujeres están sobre representadas en el sector informal, lo que quiere decir que las mujeres cuentan con el 52% de los puestos de trabajo de este tipo, mientras que los hombres cuentan con el 45%. Las mujeres ocupan las posiciones con más bajos salarios, con menos prestaciones sociales y con una doble o triple jornada laboral.
Estos indicadores no son casuales, por el contrario, es precisamente en la década de los 90 en donde las medidas de estabilización, de ajuste estructural y de reformas de segunda generación impulsadas por el FMI y el Banco Mundial se recrudecen, sobre todo por el efecto tequila generado por la crisis mexicana que no sólo impactó negativamente a la región, sino que implicó más préstamos provenientes de las multilaterales y con esto más ajuste, más reformas. Procesos que además se dieron en confidencialidad entre los gobiernos y estas instituciones.
Por estas razones, las mujeres de América Latina le demandamos lo siguiente:
1. Un cambio de rumbo de la política económica aplicada hasta ahora para que se oriente a una justa y equitativa distribución de la riqueza, ya que un eje central de esta política empobrecedora es precisamente su aspecto distributivo.
2. Que se siga un proceso transparente en las negociaciones que se realizan entre el Banco Mundial y nuestros gobiernos; todavía es fecha que el documento base para estas negociaciones, llamado "Estrategias de Asistencia a los países" (Country Assistance Strategies) y sus insumos, no se ha abierto en muchos países como lo prometió Ud. en Beijing, pero además, muchos proyectos no están ni siquiera en su página WEB en el Internet, y si lo están, no los podemos abrir. Esta apertura no sólo implica la difusión pública oportuna y en los medios de comunicación accesibles y masivos, sino la participación real e informada de las mujeres.
3. Que se institucionalice la perspectiva de género verdaderamente en todas sus políticas y proyectos lo que implica: reconceptualizar la perspectiva de género hasta ahora utilizada por el Banco Mundial, porque no empodera a las mujeres; que se revisen las políticas macroeconómicas ya que no son neutras y además son miopes, pues no consideran el trabajo reproductivo de las mujeres en sus ecuaciones. Esto trae como consecuencia la necesidad de aumentar los recursos para que estos equipos de género se puedan movilizar, pero además significa que tengan autoridad para que su voz sea escuchada por el personal del BM, incluidos los vicepresidentes y jefes de país. Además, el proceso de institucionalización requiere de la instalación de un sistema de incentivos y castigos para el personal que no cumpla con esta disposición, así como el desarrollo de una política de género en consulta con los grupos de mujeres, misma que tiene que ser tratada como Política SAFEGUARD por todo el personal (que obliga a los gerentes a revisar los impactos de género).
4. Que aumenten significativamente los recursos de inversión dirigidos hacia las mujeres, disminuyendo así los dirigidos al ajuste, buscando además, el empoderamiento de ellas.
Además de esto queremos decirle que nos preocupa profundamente que el Banco Mundial esté financiando directamente a organizaciones de Provida. En el caso de México, el Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional otorgó un préstamo por 30 millones de dólares a los Legionarios de Cristo, para construir cinco escuelas privadas en México. Si bien esto aparentemente resulta ser un apoyo al sector privado, la verdad es que esta institución representa las fuerzas más conservadoras de la Iglesia Católica, situación que no sólo tiene que ver con una posición natalista a ultranza, sino con la conservación de los roles tradicionales de género que han impedido el avance de las mujeres y las han mantenido en la marginación y la dependencia. Por esto la institucionalización de la perspectiva de género tiene que darse en las cinco instituciones que conforman el Banco Mundial.
Hoy más que nunca exigimos que el Banco Mundial sea coherente con su discurso e institucionalice la perspectiva de género en todos sus financiamientos, incluidos los dirigidos al sector privado, así como concretice las medidas necesarias para reorientar la política económica empobrecedora de los pueblos, sólo así las mujeres podrán salir de esta situación y avanzar.
Muchas gracias.
Leonor Aída Concha
MÉXICO
PRESENTACION PERSONAL ANTE EL SR. WOLFENSOHN
Soy Leonor Aída Concha Mexicana, trabajando hace 30 años con mujeres indígenas y campesinas de mi país. Soy integrante de la Coordinación Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres.
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Last modified 2006-03-23 03:07 PM
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