Haiti
Las convenciones de Ginebra son claras: la violación es un crimen de guerra. Y desde la sentencia del Tribunal Penal Internacional de Arusha, la violación de las mujeres es un crimen contra la humanidad. Hay que señalar que, a pesar de no estar planificados, los crímenes sexuales de los cascos azules se están volviendo tan repetitivos que pueden convertirse en masivos.
Sí, en efecto, todas las operaciones de mantenimiento de la paz se transforman en destrucción de vaginas, en violaciones de muchachas bonitas...
HAITI
Mujeres violadas, niños abusados, tráfico humano: Las denuncias son de vieja data. La indiferencia también.
Violaciones, pedofilia y tráfico humano con destino al comercio sexual parecen formar parte del programa a cumplir por las tropas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desplegadas hoy en Haití. Las denuncias acerca de actos de esta naturaleza comenzaron casi al unísono del despliegue de los cascos azules en el territorio en febrero de 2004.
Expresamos nuestra indignación frente a los casos de abusos sexuales perpetrados en contra de mujeres y menores en Haití por 108 soldados y 3 oficiales de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), todos originarios de Sri Lanka. CONAP (una plataforma de organizaciones feministas muy activa y reconocida en el país), en carta al presidente en 19 de noviembre de 2007, exige que el gobierno haga más que protestos y declaraciones para que en fin las violencias perpetradas en total impunidad por los ocupantes sean severamente condenados por las instancias nacionales competentes. Ellas demandan:
- Acciones para obtener el informe de la ONU y su difusión publica;
- Apertura de investigación par identificar el numero de mujeres y menores victimas y los otros contingentes de la MINUSTAH que han cometido violaciones sexuales contra las haitianas;
- Acciones concretas para asegurar la representación de las victimas al Corte par que obtener justicia y reparación;
- La salida de las tropas extranjeros de Haití.
Los crímenes sexuales que perpetran los soldados de la paz se multiplican en varios países del mundo (Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Liberia, Kosovo, etc), pero es en Haití que los 1.600 militares y 1.700 policías integrantes de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización del país fueron denunciados de manera particular por aprovecharse de la población local.
Amparados en su inmunidad respeto a las leyes vigentes en la nación más depauperada del hemisferio, los cascos azules prostituyeron a niñas, niños y mujeres a cambio de alimentos o dinero, violaron a otros y cometieron todo tipo de atropellos. Baste recordar el caso de una niña de 11 años abusada por integrantes de esa tropa frente al capitalino Palacio Presidencial, o el del varón menor de 14 años, violado en una base naval establecida por la ONU en ese país. A pesar del detallado examen médico presentado por defensores de los derechos humanos, la denuncia sobre ambos sucesos fue desestimada por el ente internacional ante "la falta de evidencias".
Varios ciudadanos y ciudadanas haitianas así como un gran número de organizaciones de la sociedad civil del país vienen exigiendo que se juzgue y castigue a los soldados agresores cuya implicación en casos de abusos sexuales sobre menores haitianas fue comprobada en un primer informe de los servicios de control internos de la ONU.
En el caso de los 108 militares de Sri Lanka, ellos fueron repatriados por las Naciones Unidas, el 3 de noviembre de 2007. Posteriormente, las autoridades de dicho país abrieron una investigación sobre el caso antes de “someter a la justicia a los soldados cuya culpabilidad haya sido establecida”, según informó el jefe civil de la MINUSTAH, Hédi Annabi, quien añadió que “es absolutamente inaceptable que los actos de algunos puedan manchar la reputación de la misión”.
Koffi Annan cuando fue secretario general de la ONU, él mismo ex responsable del departamento de mantenimiento de la paz, declaró la "tolerancia cero” para todo el personal de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, exhortando vivamente a los Estados miembros a hacer lo mismo con sus contingentes nacionales". Toda la incoherencia jurídica está ahí. .
Los cascos azules, en todos los terrenos de operaciones por la paz, sólo pueden ser enjuiciados por las jurisdicciones militares de sus propios países y no por el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Parece evidente que es necesaria una instancia para juzgar a los autores de estos actos de barbarie, estos ataques a la dignidad humana, especialmente de las mujeres. La violación no es una condición del mantenimiento de la paz...
Fuentes:
Carta Abierta al Presidente del Republica, CONAP, 19/11/07
http://www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=4108
http://www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=4145
Last modified 2008-01-25 07:29 PM
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