Documento de trabajo presentado al grupo
MARCHA MUNDIAL DE LAS MUJERES
ALIANZA DE INVESTIGACIÓN IREF/RELAIS-FEMMES
LA ECONOMÍA EN CUESTIÓN...
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS MUJERES
(…) La Marcha Mundial de las Mujeres comenzó hace milenios. Venimos de muy lejos y no hemos llegado todavía a nuestro destino. Hace menos de un siglo - un suspiro en la historia - las mujeres carecían de identidad, ya sea profesional, civil, política o social. En ningún momento de la historia, la subcondición de la mujer provocó la indignación del mundo entero, puesto que éste está bajo una relación de dominación de un sexo por el otro, linda y útilmente en amor, necesidad de reproducción de la especie y sentido de la familia..
Hoy día, el que subyuga a las mujeres se llama neoliberalismo, globalización, terciarización, apertura de los mercados, capitalismo salvaje, desempeño, excelencia, desregulación...
(Pedneault, Hélène, escritora quebequense, Manifeste pour la Marche mondiale des Femmes au Québec, Octubre 2000.)
Documento de trabajo presentado al grupo
de trabajo sobre las “alternativas económicas feministas”
de la Marcha Mundial de las Mujeres para ser discutido
Enero 2004
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Objetivo del documento 2
Una reflexión “sesgada”
Construir alianzas
La Marcha Mundial de las Mujeres y la economía: ¿cómo continuar el trabajo emprendido?
En el contexto de la globalización actual
1 EL FEMINISMO COMO PRINCIPAL REFERENCIA 5
Corrientes feministas múltiples y diversas
Un punto de convergencia: la crítica del patriarcado
Replantear la posición de la MMM sobre la articulación de los sistemas de opresión
Distanciarse del esencialismo
2¿POR QUÉ Y CÓMO PONER EN TELA DE JUICIO EL DISCURSO
DOMINANTE SOBRE LA ECONOMÍA?
¿De qué hablamos nosotras? 7
¿Por qué poner en tela de juicio el discurso dominante sobre la economía?
¿Cómo se hace una crítica radical?
3 EL TRABAJO DE LAS MUJERES: EL CORAZÓN INVISIBLE 11
DE LA ECONOMÍA
Trabajo de reproducción: ¿de qué hablamos exactamente?
Trabajo de producción: ¿qué pasa con la división sexual de trabajo?
Las experiencias de trabajo iniciadas por las mujeres
¿Pueden las mujeres pueden cambiar el lugar que ocupa el trabajo en su vida?
4 ¿CUÁL ES EL APORTE DE LAS MUJERES A UNA VISIÓN 13
DIFERENTE DEL CONCEPTO DE RIQUEZA MUNDIAL?
CONCLUSIÓN 14
LA ECONOMÍA EN CUESTIÓN…
EL PUNTO DE VISTA DE LAS MUJERES
INTRODUCCIÓN
Objetivo del documento
La Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) formó un grupo de trabajo con la tarea de profundizar las “alternativas económicas feministas”. Para realizar este trabajo, se impone una reflexión preliminar: la « deconstrucción » o la crítica radical del discurso dominante sobre economía desde el punto de vista de las mujeres, objetivo del presente documento. No se tratará por lo tanto de “alternativas”, éstas serán el objeto de un documento ulterior.
Este texto se propone ser un soporte para alimentar y acompañar la reflexión y los debates del grupo de trabajo. De manera más especifica, con él se intenta identificar las preguntas claves que puedan suscitar y fomentar el debate en el grupo de trabajo, para que después sean retomadas en la red mundial. Estas preguntas se ubican en diferentes campos, teórico, político o estratégico. Les toca ahora a las integrantes del grupo de trabajo decidir si son las buenas preguntas, si están bien formuladas y si contienen omisiones.
Una reflexión “sesgada”...
Este documento está fuertemente influenciado por sus orígenes: América del Norte, Québec, las investigadoras siendo feministas, militantes, en su mayoría blancas y francohablantes. Las referencias a dos coloquios y a otras fuentes de documentación no pretenden agotar de ninguna manera, claro está, el tema de la economía desde el punto de vista de las mujeres. Dejamos por lo tanto, bien sentados, admitidos y asumidos, los sesgos contenidos en este trabajo. Este documento sólo tendrá pertinencia internacional en la medida que investigadoras y militantes feministas de otros países y culturas contribuyan a él.
Construir alianzas
El presente trabajo traduce una voluntad de crear alianzas entre militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres e investigadoras feministas de todas las disciplinas y particularmente economistas feministas. Una gran riqueza de materiales es producida constantemente por investigadoras que critican la economía dominante y proponen vías alternativas, tanto teóricas como prácticas, sin que estos trabajos formen parte de un proceso de intercambios con militantes sobre el terreno, o si lo hay, es de manera puntual y no sistemática
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La situación de las mujeres en el mundo exige cada vez mayor trabajo a la vez ideológico y práctico: la alianza con investigadoras feministas constituye una estrategia importante en esta lucha.
La Marcha mundial de las mujeres y la economía: ¿cómo continuar el trabajo emprendido?
Las orientaciones de la MMM descansan sobre dos afirmaciones: A escala planetaria, la MMM quiere romper definitivamente con el capitalismo neoliberal y con el patriarcado (MMM 1999). Esta posición de la Marcha daba respuesta, en parte, al grito del alma de una feminista de las Filipinas, durante el Primer Encuentro Internacional de la Marcha en 1998: No queremos más ajustes estructurales, queremos transformaciones estructurales. No se trataba de sólo mostrar las consecuencias pero de combatir las causas estructurales de la pobreza y la violencia hacia las mujeres.
La Marcha Mundial de las Mujeres ha propuesto un conjunto de reivindicaciones para erradicar la pobreza y las violencias hacia las mujeres, pero sin mucho debate sobre la manera de concebir dicha ruptura. Se elaboraron las reivindicaciones en 1998, en un contexto dado, y desde entonces son objeto de reflexión crítica. A las reivindicaciones sobre la pobreza se les reprocha el no tener suficientemente en cuenta el análisis y la perspectiva feminista sobre la economía.
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Además, en la casi totalidad de las reivindicaciones sobre la pobreza (el impuesto Tobin, la anulación de la deuda del Tercer Mundo, etc.) se retomaban las posiciones de los movimientos sociales altermundialistas en los cuales, obviamente, se encuentran feministas trabajando muy duro, pero sin que la perspectiva feminista esté totalmente integrada. Intentamos simplemente “añadir” un contenido feminista a estas reivindicaciones, lo que es problemático cuando pretendemos pensar y transformar la economía “del punto de vista de las mujeres” y “con” las mujeres.
Estas reflexiones combinadas a las actividades de la MMM a escala internacional, en particular su participación al Foro Social Mundial desde el 2001 y sus vínculos cada vez más estrechos con el movimiento altermundialista, también comprometido en transformar la economía, han alimentado un creciente cuestionamiento: ¿cómo pensar la economía desde un punto de vista feminista? Esta preocupación se despliega en dos direcciones: ¿cómo criticar la economía dominante y cómo proponer “alternativas económicas” desde una perspectiva feminista?
En el contexto de la globalización actual
La MMM ha desarrollado un conjunto de posiciones sobre la globalización/mundialización cuya característica ha sido enfatizar los impactos negativos de este proceso político y económico sobre las mujeres (MMM 2000). Por otro lado, autoras feministas (Hirata, 2003) invitan a tomar en cuenta los aspectos paradójicos de la mundialización y no atenerse a un discurso único e incapaz de comprender esta realidad. Por ejemplo:
Crecimiento mundial (excepto en caso del la África subsahariana) del empleo asalariado y del trabajo femenino remunerado, pero estancamiento acompañado de creciente precariedad y vulnerabilidad de estos empleos;
Bipolarización del trabajo femenino entre trabajadoras denominadas “no calificadas”, que trabajan de manera precaria, sin ninguna valorización social y mal pagadas y de otra parte una minoría de mujeres calificadas ocupando puestos bien pagos y valorizados.
Estas paradojas contribuyen a acentuar las contradicciones entre las mujeres del Norte y las del Sur, contradicciones que se manifiestan también por la inmigración, sin olvidar los vínculos con las redes internacionales de prostitución y de tráfico de mujeres.
Los mismos análisis destacan también convergencias, como por ejemplo:
Aumento del trabajo atípico como herramienta de flexibilización de la mano de obre del Norte comparable al desarrollo del trabajo informal del Sur: en los dos casos las mujeres están sobrerrepresentadas.
Continuación generalizada de la división sexual de trabajo
Las tareas domésticas siguen siendo, por doquier, predominantemente la responsabilidad de la mujer.
PREGUNTA : ¿De qué manera la MMM puede tomar en cuenta estas paradojas y convergencias en su analizas de la globalización?
La MMM ha desarrollado un discurso crítico frente al Banco mundial (BM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI), en particular, a raíz de su encuentro con los dirigentes de estas instituciones (MMM 2000), un discurso enfocado sobre las reivindicaciones de igualdad para las mujeres en el proceso de mundialización. Los dirigentes se apuraron a proclamar que ellos también desean la equidad para las mujeres: como prueba, sus programas de lucha contra la pobreza toman en cuenta el análisis diferenciado según los sexos y otorgan particular atención a medidas específicas para las mujeres.
Si bien el acceso a la igualdad constituye, sin duda alguna, un logro importante para las mujeres, el discurso crítico feminista destaca las trampas escondidas en estas reivindicaciones de igualdad tal como son presentadas por las instituciones financieras internacionales (...) La igualdad de las mujeres no es otorgada solamente en nombre de su dignidad y su pertenencia la familia humana sino también a causa de la funcionalidad de esta igualdad puesta al servicio del enteres común(...) El vocablo “mujer” se refiere tan pronto al individuo, como a la esposa, a la madre o a la madre social (Mestrum, 2003:39 (traducción libre)..
PREGUNTA : ¿Cómo puede la MMM inspirarse de este discurso critico feminista tanto en su trabajo de análisis sobre la globalización como en sus estrategias de intervención en los grandes foros internacionales?
1 EL FEMINISMO COMO PRINCIPAL REFERENCIA
1.1. Corrientes feministas múltiples y diversas
Este documento quisiera partir de la afirmación que «"el" feminismo, como elección política y teoría, constituye el principal punto de referencia para la crítica de la economía. ¡Pero, la cosa no tan sencilla! El feminismo se declina en varias corrientes teóricas y políticas, diversas y, con frecuencia, divergentes. Por ejemplo, podemos tener visiones muy diferentes de la economía según que adhiramos a una corriente feminista liberal igualitaria, a una de tradición marxista y socialista o a un feminismo radical o radical materialista (CDAFQ y Relais-Femmes 1997). Por otra parte, el tomar en cuenta la situación particular de las mujeres negras, indígenas, lesbianas hace que el concepto universal de “nosotras, las mujeres” (asociado a las mujeres blancas del Norte, etc.) y exige una lectura diferente del discurso económico dominante.
Asimismo, si pretendemos hacer la crítica feminista del discurso dominante en economía - llamado economía neoclásica u ortodoxa - estaremos también haciendo referencia a una variedad de posiciones dichas “heterodoxas” en las cuales varias economistas feministas se inspiran, a la vez que las critican (Morel, Rose, Mendel 2003a): keynesianismo, marxismo, institucionalismo, regulacionismo, convencionalismo, evolucionismo, polanysmo, etc.
Finalmente, pensamos también en los trabajos procedentes de la corriente feminista ecologista que se interesa por las relaciones entre el trabajo de las mujeres y la ecología (Perkins, 1996); a los trabajos del grupo “mujeres y economía” de la Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario que analiza las experiencias económicas de mujeres de varios países (Sabourin y Belleau); a los trabajos sobre las “economías” solidarias, participativas, ecológicas, de la vida cotidiana, del donativo, etc.
Las referencias mencionadas son sólo las puntas del iceberg, es por lo tanto imposible dar cuenta de toda esta producción critica y reflejar toda su riqueza.
PREGUNTA : ¿ Quiere la MMM apropiarse de todas estas corrientes? ¿Quiere privilegiar algunas para enfocar críticamente sus reivindicaciones? ¿Cómo escoger?
1.2. Un punto de convergencia: la crítica del patriarcado como sistema autónomo - político, económico, social y cultural - de opresión de la mujer.
Si existe mayor contribución de los diversos feminismos hacia la critica del discurso económico dominante y del sistema económico dominante (el capitalismo neoliberal pero también los regímenes comunistas o socialistas en diferentes épocas) es la de haber puesto a descubierto la existencia de un patriarcado como sistema autónomo de:
asignación de las mujeres a papeles, tareas, estatus específicos en la sociedad;
apropiación del cuerpo, del sexo y del tiempo de las mujeres es de sus capacidades productivas y reproductivas
exclusión de las mujeres de prácticamente todo: propiedad, poder político, económico, etc.
discriminación en el reconocimiento de su trabajo y de su existencia, en el acceso y el uso de los recursos.
1.3. Replantear la posición de la MMM en cuanto a la articulación de los sistemas de opresión basados en el género, la clase y la “ raza”
El cuaderno de reivindicaciones de la Marcha Mundial de las Mujeres contiene una definición de lo que constituye la mira de nuestras reivindicaciones: el capitalismo neoliberal, el patriarcado y su mutua fecundación. Este análisis toma en cuenta las relaciones de género y de clase pero:
no tiene en cuenta las relaciones sociales de “raza”;
no tiene en cuenta otros sistemas de explotación específicos como el heterosexismo;
habla poco del colonialismo y del imperialismo como caras “nuevas y viejas” del capitalismo;
ignora las cuestiones ecológicas contrariamente a la corriente ecofeminista cada vez más influyente (Shiva, 1994);
define de manera incompleta el patriarcado pues no menciona la dimensión económica.
PREGUNTA : ¿La MMM quiere definir su posición teniendo en cuenta la articulación de género, clase y “razas”?
1.4. Distanciarse del esencialismo.
La corriente “esencialista” está presente en el seno del feminismo y propone la existencia de una “naturaleza” femenina inscrita en los genes de las mujeres portadora de todas las virtudes que permitiría construir una economía basada en estas. Sin embargo, esta corriente está muy impugnada por otras posiciones: no hay una “naturaleza”, sino más bien una cultura y sus relaciones sociales de poder entre las mujeres y los hombres atraviesan las clases sociales y las fronteras geográficas, etc. Es por su posición histórica dentro de las relaciones sociales, las cuales institucionalizan su inferioridad en la sociedad, que las mujeres pueden desarrollar una manera diferente de pensar la economía. No existe una manera “mujer” de pensar la economía. Hay diversas experiencias y situaciones vividas por mujeres que las ponen en una situación para impugnar el carácter instrumental de la racionalidad económica capitalista. (Lamoureux, 2003 c)
PREGUNTA : ¿Cuál es la posición de la MMM sobre el esencialismo?
2 ¿POR QUÉ Y CÓMO PONER EN TELA DE JUICIO EL DISCURSO
DOMINANTE SOBRE LA ECONOMÍA?
¿De qué hablamos?
Hablar de economía dominante y de discurso dominante en economía, no es exactamente lo mismo. Podemos hacer una crítica de los sistemas económicos (capitalismo, socialismo, etc.) y podemos hacer una crítica del discurso dominante subyacente del sistema de producción y de reproducción. A este discurso dominante es que nos referimos aquí.
¿Que se esconde detrás la economía dominante?
¿Sobre que teoría se basa el capitalismo? Sobre una sola escuela de pensamiento, llamada neoclásica, que se presenta como la “única” “verdadera” ciencia económica. Algunas de sus características:
• Un discurso situado en el tiempo El discurso dominante en economía no cayó del cielo: posee sus raíces históricas precisas (situadas en el tiempo, como resultado de relaciones de poder… y no de genes o de la “naturaleza”). Se elabora a principios del siglo XIX y se fue imponiendo poco a poco como la única referencia en economía. Se presenta como “la” ciencia y no como una construcción histórica.
• Un discurso basado sobre dogmas supuestamente irrefutables (Morel, 2003 a; Rose, 2003 a; Mendel, 2003 a). El discurso dominante posee sus “verdades absolutas” que contaminan los espíritus, aún los más críticos. Los medios los reproducen dándoles una pátina de legitimidad.
Las universidades las trasmiten sin crítica. He aquí algunas de esas “verdades”:
la economía es la “ciencia” de las decisiones tomadas por individuos autónomos (el homo oeconomicus) libres, iguales y racionales, abstractos y separados del mundo y de la comunidad;
la racionalidad es el motor de la acción económica: los agentes económicos siempre buscan la ganancia
el mercado económico es el regulador único de la actividad económica; (…) Al mercado se le presenta como si fuese un sujeto activo (Ej. : el mercado decidió que… el mercado cree que…). El mecanismo del mercado se ve asimilado a una entidad dotada de capacidad de reflexión, de capacidad de juzgar, de capacidad de acción, de identidad, conciencia, proyecto (Morel2003 a)
la “ley natural” de la oferta y la demanda crea un equilibrio de los precios y de las cantidades por producir;
el modelo de competencia pura y perfecta es el único modelo de referencia
la competencia es fuente de eficiencia del mercado y de sensibilidad de las empresas a las necesidades de los consumidores
el salario es una mercancía cualquiera (…) su precio se fija según la oferta y demanda (…) Hay segundarización de la repartición de las ganancias entre los salarios y las diferentes formas de ingreso (…) Los economistas conservadores y las empresas que se oponen a los programas de equidad salarial, al sindicalismo y al implemento de un salario mínimo se basan sobre esta óptica (Rose, 2003 a: 38)
etc.
• Un discurso mantenido mayoritariamente por hombres… Los Chicago Boys estadounidenses, los economistas del FMI, los banqueros, etc.
¿Por qué poner en tela de juicio el discurso dominante sobre economía?
Porque este discurso económico dominante constituye:
la referencia central y única de la ideología neoliberal actual;
la base conceptual de la globalización;
la justificación teórica del proyecto político y de las orientaciones neoliberales puestas en práctica por los Estados y por las organizaciones financieras internacionales (OMC, FMI, BM): privatización de los servicios, desregulación, etc.
Las mujeres tienen razones particulares para denunciar esta teoría dominante en economía porque la escuela neoclásica:
hace caso omiso del trabajo “invisible” y no remunerado de la mujer;
legitima la descalificación y la discriminación en el medio laboral y reproduce la división sexual del trabajo;
no tiene en cuenta la producción hecha fuera del mercado y los modos de intercambio que se realizan por otros medios (moneda social por ejemplo);
justifica el pillaje sistemático de la naturaleza por una productivismo bulímico;
mantiene el mito del “progreso” y del “crecimiento” ilimitado.
¿Cómo se hace una critica radical?
Los varios trabajos feministas, teóricos, y prácticos, constituyen el fundamento a partir del cual podemos deconstruir el discurso dominante y entrever una nueva manera de pensar la economía. No hay una sola manera de hacerlo: algunos enfoques son más “deductivos” (ir de la teoría ala práctica) y otros son más bien “inductivos” (ir de la vida y de las practicas económicas de las mujeres para construir una o más teorías); otros enfoques serán más sectoriales, más temáticos (estudio de las políticas sociales bajo el prisma el género, de los presupuestos, de los programas del Estado-providencia, del empleo, etc.).
Presentamos a continuación algunas vías exploratorias (sabiendo que no son todas de misma índole: algunas son teóricas, otras políticas, otras estratégicas y otras metodológicas).
Empezar por la afirmación de derechos y plantear de manera diferente el tema de la pobreza de las mujeres
Este “posicionamiento político” no es reciente en el movimiento feminista. Es, en parte, por la afirmación del derecho a la igualdad que las feministas socavan uno de los fundamentos de la teoría neoclásica basado sobre la apropiación - por el padre, el marido, el patrón, el Estado - de la fuerza de producción y reproducción de las mujeres.
Esta posición se asemeja a la preocupación contemporánea en torno a la noción de “entitlement” definida como (…) the totality of things a person can have by virtue of his rights (Sen 1984) Sen's concept of entitlements thus includes both production and distribution and includes legally sanctioned claims upon fellow citizens via both market transactions and the state (Elson 2001).
En la MMM, se han dedicado muchas energías para identificar los hechos probatorios que las mujeres son las más pobres entre los pobres en todos los planos, en todas las culturas, y en todas las sociedades, independientemente del régimen político.
Un enfoque fundado sobre la noción de “derechos sociales” constituye un poderoso instrumento político (…) este cambia entre otros la interpretación de la pobreza. En lugar de enfatizar las insuficiencias materiales, este enfoque se centra en las instituciones. El análisis base sobre los derechos sociales demuestra como el acceso, o la falta de, a bienes y a otros recursos depende, en gran parte, de la posición socio-económica de la persona, de las relaciones de poder, de su poder de compra, etc. (...) Basar el análisis sobre un déficit de los derechos sociales es una manera de poner el énfasis en las condiciones preestablecidas.(Mendel, 2003 a :21)
Un enfoque centrado en los “ derechos” permite considerar la pobreza como un problema político mucho más que un problema económico, permite ver que (...) si falta algo en la pobreza, es sobre todo una falta de libertad como lo menciona muy pertinazmente Sen, que (...) esta libertad, es en la ciudadanía que encuentra su solución y no solo en la transferencia de recursos materiales, aunque esta también sea necesaria y que una estrategia prometedora en lo que a la ciudadanía se refiere hace hincapié en los derechos más bien que en las necesidades. (Lamoureux 2003 b)
El discurso político sobre la primacía de derechos, de todos los derechos (civiles, sociales, políticos, económicos y culturales) se encuentra en toda la literatura feminista sobre el comercio en general y los acuerdos comerciales en particular.
Deconstruir el discurso de los hombres como grupo dominante
Las feministas han contribuido ampliamente a la crítica del carácter sexista de la “ciencia”. Esto es cierto en los campos de la cognición, de la filosofía, de la retórica y de la lingüística ya que (…) el conocimiento científico en general ha estado socialmente construido de manera de corresponder a una imagen particular de la masculinidad. (…) La fuerza de la idea según la cual la ciencia masculina es “buena” descansa sobre una asociación cultural global entre masculinidad y superioridad y entre feminidad e inferioridad, o en otros términos, sobre una unión mental del dualismo del valor (superior/inferior) y de la especificidad del género (masculino/femenino) (Nelson, 1998:46) (Traducción libre).
Esto es cierto en economía (…) donde las cuestiones que nos han preocupado fuertemente durante tanto tiempo a las mujeres, por ejemplo: el matrimonio y la familia, han sido clasificados en el lado “social” de la barrera (ídem) y no en el lado económico, consagrando así la compartimentación entre lo económico y lo social, un “dogma” del discurso dominante. Proponer otra vía significa concebir a los seres humanos no como agentes económicos desencarnados y aislados sino como una (…) identidad humana reuniendo a la vez autonomía y dependencia, individual y relacional, razón y emoción (…) y organizándose en relaciones sociales complejas. (…) Un modelo de ser que interactúa a la vez con los demás y con la naturaleza sería ciertamente un mejor punto de partida.(Ídem)
Apropiarse el potencial subversivo de las teorías económicas heterodoxas
Sin querer sacralizarlo, el feminismo puede contribuir de importante manera a (…) volver a dar credibilidad a las teorías económicas heterodoxas en tanto que modelos explicativos de hechos económicos y a continuar el ejercicio de “fertilización cruzada” con estas teorías para reutilizar y reformular los métodos y conceptos existentes sobre las experiencias de vida de las mujeres. (Morel, 2003 a). Se trata por lo tanto de buscar lo las mujeres portan como creencia, valores, practicas y convicciones para elaborar otro cuadro teórico. La radicalidad del discurso económico heterodoxo está vinculada con su capacidad de constituir un cuadro teórico alternativo al de la teoría neoclásica, de proponer un proceso de conocimiento, herramientas metodológicas y de conceptos teóricos radicalmente diferentes, tanto por su naturaleza como por su contenido, a los de la economía dominante.
Adoptar otra metodología
Un verdadero “saber experencial” es producido cotidianamente por millones de mujeres en el mundo entero (Belleau, 2000): este conocimiento pone a descubierto paradojas, contradicciones y pautas de cambio. ¿Acaso la realidad vivida por las mujeres, las familias -el cotidiano- no revelan a la vez las fallas del modelo económico neoclásico y los contornos de otro enfoque analítico que toma como punto de partida esta realidad? Se tendrá que privilegiar (…) un abordaje más antropológico, etnográfico e histórico que nos permite proponer cuestionamientos evacuados en el modelo neoclásico. (Mendell, 2003 a: 17)
Esta posición metodologiíta reúne en parte los trabajos de feministas para las cuales el trabajo de elaboración teórica debe hacerse a partir del nudo central del modo de producción patriarcal y de la división sexual del trabajo: el trabajo doméstico. Feminist ecological economic models view the economy as a complex of individual, family, community and other interrelationships which each have economic and ecological significance. Absolutely central to feminist ecological economics -like most feminist economics in general - is the primacy of the work which takes place in the household. Different terms have arisen: Julie Nelson calls this work “provisioning”, Diane Lee-Smith “subsistence”, Vandana Shiva “sustenance” Maren Jochimsen and Ulrike Knobloch “caring activities”. (Perkins, 1996)
Explorar nuevas vías
Otras feministas se cuestionan sobre la primacía concedida al mercado como principal regulador de la economía. Ellas piensan que los efectos dramáticos de la economía dominante sobre las mujeres se deben al mecanismo del mercado en sí y exploran la perspectiva de una sociedad sin mercado más bien que una sociedad de libre mercado y la sustitución de los intercambios, o del mercado, por donaciones.
La economía de donación suscita numerosas interrogaciones (riesgos de esencialismo, irrealismo, recuperación por el Estado liberal que busca descargarse sobre las comunidades y las mujeres, etc.). Pero sin volverlo una panacea, ¿no deberíamos explorar cómo construir una economía que no se basaría en el concepto de escasez, sino más bien en una justicia de redistribución?
3 EL TRABAJO DE LAS MUJERES: « EL CORAZÓN INVISIBLE DE LA ECONOMÍA »
Varias feministas han visto de manera muy critica el trabajo productivo y reproductivo (otorgándole no solo importancia al trabajo asalariado pero también al trabajo no renumerado y no reconocido de las mujeres). Han destacado la división sexual del trabajo en estas dos esferas, rompiendo de esta forma con el discurso dominante en economía que “invisibiliza” el trabajo de la mujer. El trabajo femenino, es lo que una feminista llama el corazón invisible de la economía. (Folbre, 2001:21)
Parece existir un consenso entre las investigadoras feministas sobre los hechos siguientes (Eichler, 1993 a: 121):
existen dos formas de trabajo: el remunerado y el no remunerado
el trabajo no remunerado se revela importante a muchos niveles para la economía del mercado
el trabajo remunerado y el trabajo no remunerado interactúan de maneras variadas y complejas.
4.1. Trabajo de reproducción: ¿de qué hablamos exactamente?
Cuando se habla de trabajo “reproductivo” no remunerado se hace referencia a la maternidad, las actividades de educación de los hijos, las tareas calificadas de “domésticas”, la responsabilidad de cuidar a las personas de la tercera edad o vulnerables, las actividades basadas sobre la vida asociativa de las comunidades locales, regionales, comunidades de afinidad, etc.
La economía monetaria se respalda sobre estas actividades no remuneradas. Sin la producción y la reproducción biológica y social, la mano de obra remunerada no existiría. (Eichler, 2003 a :122) Esta es una realidad que el discurso dominante económico no tiene en cuenta.
Tomar en cuanta el trabajo reproductivo implica la aplicación de medidas, programas o políticas. Entonces (…) cuando se trata de políticas, la pregunta a la cual tenemos que responder no es de saber que proporción del trabajo hace cada persona en el hogar pero más bien ¿ quién le saca más provecho al trabajo efectuado? (Eichler, 2003 a: 127) A esta situación C. Delphy contesta: ¡Los hombres y solo los hombres! A la teoría de “los beneficios para el capitalismo” opongo desde mucho tiempo la de “beneficios para la clase de los hombres”, o, en otros términos, el trabajo domestico no es una suma errática de relaciones individuales, sino más bien la consecuencia de un modo de producción, el modo de producción patriarcal o doméstico. ¿Qué es el modo de producción patriarcal? Es justamente la extorsión, por el jefe de familia, del trabajo gratuito de los miembros de su familia (Delphy, 2003:52).
Tomando acta de la persistencia de la “repartición desigual” del trabajo doméstico (aún con los logros jurídicos de las mujeres en cuanto a la equidad, a su entrada en el mercado del trabajo, etc.) su posición cuestiona radicalmente el papel del sistema de protección social ( seguro médico y jubilación), de la fiscalidad y del conjunto de prestaciones sociales en el mantenimiento del patriarcado. Ella invita al movimiento feminista a tener la audacia de decir (…)los hombres tienen demasiado, por lo menos más que su parte (…) y a reivindicar (…) un sistema en el cual los hombres que no hagan su parte del trabajo serán penalizados financieramente. (Delphy, 2003 :70)
PREGUNTA : ¿Cómo el análisis de la MMM puede tomar en cuenta el trabajo de “reproducción” de la mujer? ¿Cuál será el impacto sobre la elaboración de las reivindicaciones?
4.2 Trabajo de reproducción: ¿Qué pasa con la división sexual del trabajo?
El trabajo salariado ha sido muy estudiado por las feministas. Las presiones de los movimientos feministas han hecho que el análisis diferenciado en función del sexo cobre cada día más terreno en el mundo y en todos los sectores de la producción, tanto privados como públicos.
Queda una constatación: la persistencia “universal” de la división sexual del trabajo. Si bien constatamos una diversidad en la aplicación de políticas de gestión de la mano de obra en las empresas, en los resultados de nuestras encuestas comparativas internacionales, lo más impactante son las persistencias, las continuidades, las similitudes en la división del trabajo entre los hombres y las mujeres de países muy contrastados por el lugar que ocupan en la división internacional del trabajo o por sus niveles de desarrollo económico y tecnológico. (Hirata, 1993)
PREGUNTA: ¿Cómo el análisis de la MMM puede tomar en cuenta esta situación común para todas las mujeres?
4.3. Experiencias iniciadas por mujeres para cambiar el trabajo y las relaciones entre « producción » y « reproducción »
En el proyecto “Mujeres y economía” de la Alianza para un mundo responsable, plural y solidario (Sabourin et Belleau, 2001) se analizaron algunas experiencias económicas iniciadas y administradas por mujeres. Se trata de prácticas calificadas de “plurales”, es decir implantadas en contextos precisos y que no se presentan como “soluciones universales” al problema del empleo. Estas experiencias revelan los intentos de algunas mujeres para “trabajar diferentemente”. (véase http://women.socioeco.org/)
4.4. ¿Las mujeres pueden cambiar el lugar que ocupa el trabajo en sus vidas? Numerosas son las reivindicaciones feministas sobre la conciliación trabajo/familia. Pero el trabajo (…) no es la única actividad humana esencial en la vida. Debe ser conciliado con las otras actividades humanas igual de esenciales: actividades familiares, amistosas, amorosas que ubican a los individuos en otras lógicas, otros tipos de vínculos y de socialización; actividades políticas en el sentido de la participación a la determinación de las condiciones cotidianas de la vida y del bienestar común; actividades culturales para sí mismo, gratuitas. Esta orientación supone una economía y políticas que les garantizan a las mujeres y a los hombres la armonía entre estas actividades. (Méda, 2000)
¿PREGUNTA: ¿Cómo el análisis de la MMM puede tomar en cuenta la conciliación de los diferentes “tiempos sociales”?
4 ¿CUAL ES EL APORTE DE LAS MUJERES A UNA VISIÓN DIFERENTE DEL CONCEPTO DE RIQUEZAS DEL MUNDO?
(…) La noción de riqueza se limita con demasiada frecuencia al dinero y a los bienes materiales acumulados, individual o colectivamente. Existen también las riquezas no materiales, no monetarias. Por ejemplo, los vínculos sociales, las relaciones interpersonales, las capacidades personales. Por su posición en la economía patriarcal basada en la división sexual del trabajo, las mujeres se volvieron expertas en la producción de vínculos sociales y de desarrollo de capacidades en los demás. Esta producción muchas veces es invisible, se le otorga un valor residual y no es considerada primordial. (…) Si tomamos en serio las múltiples experiencias de producción, de intercambio y de consumo de las mujeres - experiencias realizadas en diferentes esferas económicas, visibles o invisibles, remuneradas o no, contabilizadas o no -es muy posible que los conceptos de riqueza y de trabajo tendrán definiciones más amplias y complejas. (Belleau, 2003)
Entonces, ¿cómo rendir cuentas de este valor en las riquezas del mundo, un valor ocultado en el discurso dominante en economía? Una de las maneras adelantadas por algunas feministas ha sido el poner en duda los indicadores usados para medir la “salud” de las economías nacionales, por ejemplo el PIB. Han criticado el carácter sexista, reductor y “mentiroso” de esta medida (que no integra los efectos desastrosos de la producción, como por ejemplo la contaminación) y propuesto nuevos indicadores de la riqueza.
Uno de los terrenos de aplicación para las mujeres, concierne la integración de la perspectiva de “género” en la elaboración de los presupuestos gubernamentales (…) Gender equality is being addressed through a wide range of gender budget initiatives in both developed and developing countries, some organized by women outside government and some by women inside government. (Budlender, 2000, 2001) These have been particularly concerned to ensure that male breadwinner bias and commodification bias in government budgets are identified and eliminated; and that budget processes are made more accountable to women, especially poor women. (Elson, 2001 :16)
PREGUNTAS : Estas perspectivas abren múltiples horizontes de reflexión, de debate y de elaboración eventual de nuevas reivindicaciones. ¿Cómo la MMM puede tomarlas en cuenta?
CONCLUSIÓN
Este texto no es más que un “borrador” que se seguirá trabajando después de las primeras discusiones del grupo de trabajo de la MMM sobre las “alternativas económicas feministas”. Entramos, por ende, en un proceso de reflexión y de producción colectiva.
¡Los temas presentados son complejos, enormes y … apasionantes!
¡¡¡Qué la MMM quiera volver a enfocar su mirada sobre la crítica feminista de la economía dominante y de su discurso económico dominante constituye… una muy mala noticia para todos los Chicago Boys del planeta!!!!
Este documento ha sido redactado por Lorraine Guay con la colaboración de José Belleau. Conformaban el comité de supervisión Margie Mendell, profesora de la Escuela de Asuntos Públicos y Comunitarios de la Universidad Concordia, de Nancy Burrows del Secretariado Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres y Líen Kurtzman de IREF/Relais-Femmes.
El presente documento se apoya también sobre las actividades realizadas por la red «Réseau féministe de chercheures et d'intervenantes pour un renouvellement des théories et des pratiques économiques et politiques pour la redistribution de la richesse (Red feminista de investigadoras e intervinientes por un renuevo de las teorías y prácticas económicas y políticas a favor de la redistribución de la riqueza), y en particular sobre el taller La seguridad económica de la mujer: el discurso económico dominante y los nuevos caminos en materia de políticas sociales, llevado a cabo en la ciudad de Québec, el 3 y 4 de octubre de 2002 y sobre el seminario internacional El acceso de las Mujeres a la economía a la hora dela integración de las Américas:¿qué economía?, llevado a cabo del 23 al 26 de abril de 2003 en Montreal con la colaboración de la Red Quebequense y la Alliance de recherche IREF/Relais-Femmes.
La palabra “ortodoxo” hace referencia a un conjunto de doctrinas y opiniones consideradas ser ciertas, a un dogma inmovible. (Diccionario Le Petit Robert)
Le heterodoxia se refiere, por el contrario, a todo los que se aleja de la doctrina recibida; a todo lo que es herético, disidente, (Ídem)
No es posible resumir todas las teorías económicas en el marco de este trabajo.
Una de las peguntas que deberíamos plantearnos es si la MMM quiere involucrarse en ese tipo de trabajo teórico, y si sí, ¿cómo?
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Last modified 2005-09-13 09:17 AM
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