Abril 2002 - Pasos ¡La Marcha continúa!

La Marcha de las Mujeres se ha vuelto una aliada ineludible de los movimientos sociales que luchan contra la actual mundialización. El Movimiento de los Sin Tierra, el Grito de los Excluidos, las coordinaciones de personas indocumentadas, los grupos que llaman a la integración de las mujeres inmigrantes han trabajado y manifestado todos, en Estados Unidos y en Europa, con la Marcha Mundial de las Mujeres.

Foto : Llevar voces feministas al concierto contra la mundialización neoliberal. Marcha al Foro Social Mundial de Porto Alegre de 2002.

Ya en diciembre de 1999, las mujeres de la Marcha manifestaron en Seattle durante las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio. En junio de 2001, en el marco de la Cumbre Alternativa a la Cumbre Social de Ginebra organizada por la ONU (Copenhagen +5) organizaron un taller sobre los efectos de la mundialización neoliberal sobre la población femenina. En la manifestación que se llevó a cabo en esa ocasión en las calles de Ginebra, en las pancartas de las mujeres se leía: "Contra la mundialización neoliberal y sexista".

Contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), Brasil, febrero de 2002.

La Marcha también participó en la cumbre de los pueblos de las Américas en Québec (Canadá) en abril de 2001 y en el Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil) en enero de 2001 y en febrero de 2002. En este segundo encuentro las mujeres organizaron un debate sobre el tema de "Una alternativa feminista para otro mundo" y una conferencia sobre la violencia hacia las mujeres. En 2003, la Marcha planifica crear un Tribunal Internacional sobre la Violencia hacia las Mujeres y está preparando una declaración de los movimientos sociales contra esta violencia..

Las italianas estuvieron muy presentes en Génova en 2001 durante el encuentro del G8 (los ocho países más industrializados del planeta). También estuvieron a la cabeza de la manifestación que clausuró el Foro Social de Roma que se llevo a cabo sobre los temas de la lucha contra el militarismo y la guerra económica y social en noviembre de 2001, "no porque somos las primeras víctimas, sino porque hemos demostrado-y seguimos demostrando-que constituimos una de las principales fuerzas del cambio para construir un mundo diferente", declara una de ellas.